LA GRAN ESTRELLA DE LA F1
La temporada 2020 ha sido la más extraña de la historia de la F1, pero hay cosas que no cambian: Lewis Hamilton sigue siendo el rey, y no hay quien lo pare
EN 2008, MICHAEL SCHUMACHER DIJO en una entrevista que los récords están para ser superados, y señaló a Lewis Hamilton como uno de los candidatos a batir sus marcas. El Káiser sabía que, antes o después, aparecería un tándem piloto-equipo tan bueno (o mejor) que el que formaron Ferrari y él entre 1996 y 2006. Curiosamente, por aquel entonces, Hamilton todavía ni siquiera había logrado su primer título, pero luchaba por segundo año consecutivo por lograrlo. 12 años más tarde, es ya el piloto con el mejor palmarés de la historia de la F1 con 7 títulos, 95 victorias y 98 poles.
A pesar de ello, todavía hay quien, a estas alturas, sigue pensando que Hamilton ha conseguido todo eso gracias a que tiene el mejor coche, y es innegable que el Mercedes está a un nivel muy superior al resto de monoplazas, pero Lewis – que arriesgó en 2013 para estar en este equipo– también está muy por encima de sus rivales... y eso lo ha dejado muy claro en 2020.
COVID-19, el único enemigo
Esta temporada ha sido la más atípica de la historia de la Fórmula 1. El calendario, tras la cancelación del GP de Australia que debía dar inicio al curso en marzo, se organizó sobre la marcha. En plena pandemia, la F1 planeó un total de 17 carreras, la mayoría de ellas a puerta cerrada, y con los equipos organizados en burbujas, con el objetivo de evitar contagios en el paddock. Aunque en un principio se llegó a pensar que el Mundial de 2020 podría no disputarse, tanto equipos como promotores, circuitos y pilotos han hecho un gran trabajo durante el año, que ha posibilitado que la F1 de 2020 salga adelante con un número considerable de carreras. Además, las (indeseables) circunstancias de este año nos han permitido volver a disfrutar de circuitos como Imola, Nürburgring o Turquía, que llevaban años fuera del calendario por motivos económicos, y descubrir trazados inéditos para la F1 como Portimao o Mugello, donde vivimos carreras llenas de emoción.
A pesar del dominio de Hamilton, ganador en 11 de las 17 carreras celebradas esta temporada, 2020 nos ha ofrecido algunos de los grandes premios más emocionantes de los últimos tiempos. En Italia, por ejemplo, fuimos testigos de una preciosa batalla entre Pierre Gasly y Carlos Sainz por la victoria, que ganó Gasly por solo unas décimas. En aquella carrera, Hamilton fue sancionado por entrar al pit-lane cuando éste estaba cerrado por un incidente en pista... y eso dinamitó el resultado final.
Turquía fue otra locura, con lluvia y un asfalto impracticable, que el sábado tuvo a Lance Stroll como
y el domingo nos ofreció una carrera imprevisible en la que Hamilton remontó desde el sexto puesto hasta la victoria en una de sus mejores actuaciones en la F1. Allí, precisamente, fue donde se alzó con su séptimo título mundial, a falta de tres carreras para el final de la temporada, aunque hacía mucho que el título estaba decidido.
El único rival que podría haber tenido Hamilton, el único piloto que lleva el mismo coche, Valtteri Bottas, no ha estado a la altura. >>
Todavía cuesta creer que Grosjean saliera ileso de su accidente en Bahréin. Una de las imágenes del año
>> Hemos visto carreras donde el finlandés era incapaz de adelantar a pesar de tener un todopoderoso Mercedes, y en las que cometía errores mientras que su compañero iba
con un brazo en la ventanilla. El hecho de que George Russell –que sustituyó a Hamilton cuando dio positivo por COVID-19 en el GP de Sakhir– estuviera a punto de ganar por delante de Bottas en su debut con Mercedes –se lo impidió un error en boxes de Mercedes y un pinchazo– deja en un mal lugar a Valtteri. Aun así, su asiento para 2021 no corre peligro, porque hace ya meses que renovó.
Si hablamos de decepciones esta temporada, la mayor ha sido Ferrari. A la Scuderia siempre se le pide pelear por el campeonato, pero es que en 2020 ni siquiera han podido luchar regularmente por el podio. Su coche no ha sido competitivo, han cometido errores estratégicos y, para más inri, Sebastian Vettel ha tenido un año desastroso, en el que se ha visto superado por su compañero, Charles Leclerc, en 10 de las 17 carreras celebradas. El sexto puesto en el Mundial de Constructores solo puede calificarse de desastre en Maranello.
La otra cara de la moneda es McLaren, que ha continuado progresando tras la reestructuración iniciada en 2018. Gracias a la regularidad del equipo y a la magnífica actuación de Carlos Sainz y Lando Norris, la escudería de Woking ha acabado en el tercer puesto del Mundial, logrando así su mejor resultado desde 2012.
La temporada de Renault tampoco se queda atrás: han vuelto al podio, al que han subido en tres ocasiones, y luchado hasta el final de curso por el tercer puesto del Mundial. Los del rombo han garantizado su inversión en la F1 para los próximos años, y se marcan un objetivo tan ambicioso como volver a luchar por el título con Alonso en el equipo.
Quizás 15 años después de aquel polémico 2007 en McLaren, Alonso y Hamilton vuelven a luchar por un título de F1... ¡Ah! Y si Ferrari se cuela en la pelea, como hizo Räikkönen entonces, allí estará Sainz esperando la oportunidad. ¿Firmamos? Ya me despierto...
Llevo mucho tiempo en la F1, pero tengo la sensación de que mejoro en cada carrera y de que soy capaz de adaptarme a cada condición que me encuentro Lewis Hamilton, piloto F1