No todos los días podemos conducir un prototipo. Tomamos ‘prestado’ el Audi RS e-tron GT y nos enamoramos de él
Nuestro compañero Andreas May se ha enamorado del Audi RS e-tron GT. Dice que es el coche eléctrico más hermoso del mundo. No ha podido evitarlo y se lo ha llevado prestado...
El coche camuflado seacerca alas aliday la barrerade seguridadse abresinque nadiepregunte. Tenemosvíalibre
ESTA HISTORIA NO TENDRÍA QUE HABERSE DADO a conocer. Pero llegó mi jefe y me dijo: "Andreas, cuéntala". Y, por su culpa, ahora podrían meterme en la cárcel. Sí, porque digamos que he secuestrado un coche. Aunque, nunca quise un rescate ni chantajeé a nadie; sólo quería disfrutar. Por favor, ¡misericordia! Entendedme, tenía que hacerlo; es amor. Este e-tron GT no es un coche cualquiera; es el modelo más bonito que el director de Diseño de Audi, Marc Lichte, ha creado jamás.
De hecho, estoy enamorado de él –del coche, ¡ojo!– desde 2019, cuando Lichte me mostró su diseño por primera vez y sentí un hormigueo en el estómago. Sí, es muy largo, mide 4,96 metros, más que una Volkswagen T6. ¡Pero es tan bajo...! Sólo mide 1,38 metros de altura, y es imposible no caer rendido a su pies.
Ahora estoy en Ingolstadt, en el edificio Audi Forum. He buscado una excusa completamente absurda para justificar mi visita y así poder perpetrar mi ataque: "¿Podría el director del proyecto explicarme su bebé?".
Dennis Schmitz en realidad no tiene por qué hacerlo, porque me imagino cómo se conduce el Audi e-tron GT, ya que conozco a su primo, el Porsche Taycan.
El modelo RS tiene un potente motor en el eje delantero (175 kW/238 CV) y uno aún más potente en el trasero (335 kW/456 CV). Juntos alcanzan un pico de potencia (con el modo Boost) de 475 kW (646 CV). Esto, según Audi, le vale para esprintar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos. Y la cifra de par es de nada menos que 830 Nm, lo que promete sensaciones similares a las de una montaña rusa. ¡Me muero por probarlo!
Schmitz fue jefe de Desarrollo de Vehículos en Lamborghini durante cinco años e hizo volar al Urus y el Huracán. Ahora que ha descubierto su lado delicado, indica: "Nuestro GT no debería ser tan salvaje como el Taycan, pues buscábamos un compromiso entre deportividad y comodidad, porque el objetivo del e-tron es ser un verdadero gran turismo para viajes largos".
Mientras me habla, levanto la tela que han puesto sobre el salpicadero. Schmitz me advierte de que es secreto, pero esto fue antes de que el vehículo se desvelara oficialmente, y como cuando tú estés leyendo esto ya habrá sido su estreno mundial, te puedo contar que monta el nuevo Audi virtual cockpit plus de 12,3" totalmente configurable y el sistema MMI Navegación plus de 10,1" con punto de acceso Wi-Fi de serie y navegación inteligente con funciones
En esta unidad de desarrollo todo está tapado, pero detrás se esconde el Audi Virtual Cockpit digital y, a su lado, el sistema de navegación, que se controla por medio del MMI touch" Andreas May
Como ocurre en su primo, el Porsche Taycan, la batería se recarga al 80% en menos de 23 minutos
específicas e-tron. Justo debajo está el control del sistema de climatización de tres zonas (de serie), con botones físicos. Y en el túnel de transmisión veo un selector plano para el cambio automático, en lugar de una clásica palanca. No obstante, si quieres saber más, te remito a la página 10 de este mismo número, donde puedes conocer todas las novedades y ver las fotos del modelo definitivo, porque el que ves en estas imágenes es el prototipo.
Supuestamente, nuestra visita ha terminado. Estamos en el aparcamiento subterráneo debajo del centro de mando de Audi, tapan el prototipo y nos dirigimos hacia la oficina del jefe de prensa de la marca. Pero antes de salir veo cómo él mismo pone la llave en el cajón superior de un carro de herramientas, junto a los bolígrafos y rotuladores y sale brevemente. ¡PRINCIPIANTE!
Así que vuelvo al aparcamiento, abro el coche con el mando a distancia, veo a través de la lona que lo cubre un magnífico espectáculo de luces en la parte trasera con la franja de luz continua que une ambos pilotos y busco inmediatamente una silla para sentarme al lado del coche durante unos minutos y simplemente disfrutar de las vistas. Pero luego me digo a mí mismo: "¡Qué demonios! No