El Z4 de segunda mano no es barato, pero merece la pena
Con el techo de chapa, el BMW Z4 es un cabrio muy polivalente. ¿Qué tal como usado?
TODOS LOS BMW Z TIENEN UNA COSA EN COMÚN: son diferentes. Después del exclusivo y costoso Z1 (1989), el Z3 se inspiró en los roadsters británicos y se volvió simple, liviano y asequible. El primer Z4 (E85) ganó mucho en calidad, pero también en peso. A cambio, ofreció mejores versiones deportivas.
¿Y el E89? En su debut, en 2009 se suponía que combinaría las versiones
roadster y coupé con un techo plegable de metal y se acercaría a su archienemigo el Mercedes SLK.
Con un diseño más elegante, se suponía que iba a recuperar a los fanáticos de BMW que habían huido en los controvertidos años bajo el mandato del diseñador jefe de la época, Chris Bangle. Pero este Z4 nunca funcionó demasiado bien en ventas, a pesar de la tracción trasera, de la capota metálica y de sus motores de seis cilindros. El motivo era que pesaba hasta 150 kilos más que su predecesor. Además del techo de chapa, este sobrepeso se debe al mejor equipamiento de confort y seguridad.
Este sDrive20i del año 2012 del que aquí hablamos monta un cuatro cilindros con 184 CV, que era el que reemplazó al anterior seis cilindros de 2,5 litros. No obstante, aunque este recién llegado recibió por primera vez, como opción, la alabada transmisión automática de ocho velocidades de ZF, no puede igualar el carácter del anterior Z4 23i. A su lado parece que carece de la esencia de BMW.
Si buscas un seis cilindros, tienes que recurrir a los modelos 35i y 35is de gama alta, con 306 o 340 CV. Sin embargo, a medida que aumenta el rendimiento, el problema básico del
Z4 es que se vuelve más rutero y menos deportivo, porque su chasis es demasiado blando y el peso demasiado alto para rodar en circuito.
El Z4 es más para un viaje de fin de semana para dos. Con el techo cerrado el maletero tiene una capacidad decente de 310 litros. Y si lo descapotas, el interior permanece sin apenas turbulencias de aire, gracias a la posición baja del asiento y al deflector de viento.
El E89 está prácticamente libre de problemas en términos de calidad. Por citar algunos: el complicado mecanismo del techo se estropea en algunos casos y los conocidos defectos de BMW con los inyectores y la distribución variable VANOS.
Además de esto, los primeros modelos con acceso y arranque sin llave eran demasiado fáciles de robar, mientras que en las versiones sDrive35i y 35is pueden dar guerra las bobinas de encendido.
Pese a todo, no es un coche barato ni como usado, ya que lo puedes encontrar como poco por 16.500 euros. Está claro que tiene sus seguidores.