¿DEBERÍAS MARCAR LA X?
Encontrar un Opel Grandland X a un precio razonable no es imposible. Pero ¿qué sucede con este modelo tras cuatro años y 170.000 km?
SI ESTÁS BUSCANDO UN TODOCAMINO USADO con cierta amplitud, puede que ya hayas puesto en algunos anuncios de segunda mano una equis como la que del apellido del Opel Grandland... o que acabes extendiendo los extremos de esta letra hasta que tache el texto y la foto tras leer las principales virtudes y defectos que aquí se detallan.
El sucesor del Antara ya se presentó como uno de los primeros vástagos de Opel dentro de la familia PSA, basado en la plataforma del 3008. Sin embargo, la marca lo diseñó de forma independiente... y no necesariamente mejor: desde el principio, el Grandland X fue superado por el Peugeot. Las ventanas laterales traseras más pequeñas dieron como resultado una reducción de la visibilidad, mientras que el borde de carga más alto fue un problema. Además, el Opel era menos refinado en los ajustes (aspereza general, crujidos al conducir); la calidad de la pintura dio que hablar; las puertas delanteras y traseras, mal ajustadas, podían colisionar cuando se abrían al mismo tiempo; los sistemas de infoentretenimiento tendían a fallar...
Muchos compradores se lanzaron a las mecánicas de gasolina –que luego acabaron también complementándose con la electrificación propia de los híbridos enchufables– y, vistas las ventas con perspectiva, parece que tampoco se gastaron mucho dinero en extras ni viajes largos que cebaran sus coches de kilómetros. Por eso, la unidad que nos ocupa aquí es una suerte de rareza, porque se trata de un diésel con muchas batallas a sus espaldas, según el tacómetro. Y resulta especialmente interesante por ello, porque da una idea de que, a pesar de los pesares, esta versión sí puede compensar los defectos mencionados al principio.
A simple vista, el desgaste está por debajo de la media. En nuestra prueba de conducción, el motor y el cambio automático (de seis velocidades) funcionan correctamente. La dirección no es particularmente precisa, pero más comunicativa que la del 3008. Toda la electrónica funciona. Lo ruidoso son unos discos de freno oxidados, porque el motor 1.6 diésel –que sólo se ofrece hasta 2018– se soporta y es un verdadero ahorro: difícilmente se pueden hacer más de seis litros de consumo con el turbodiésel denominado DV6. Con 120 CV, puede parecer un poco débil, pero sus 300 Nm de par dan mucho juego. La tracción total sólo está dis