INTERIOR: BIEN HECHO, PERO SOBRIO
El salpicadero es como el de otros Golf, salvo porque tiene menos botones en la zona del cambio -tan sólo está el del Stop&Start; no puede llevar más opciones- o por la ausencia de ellos en el volante.
Ergonómicamente, el Golf es un ejemplo de cómo deben estar distribuidos los mandos de un coche. Todo es fácil de localizar y manipular en marcha, sin recargar la pantalla central con excesivas funciones -sólo las de la radio, las del móvil y las más avanzadas del ordenador de a bordo-.
Es uno de sus puntos fuertes. Los materiales son agradables al tacto,
Bueno
Regular
Malo no se marcan con facilidad -por ej, con el roce de las llaves-, los remates y ajustes están cuidados y no se escuchan grillos.
La instrumentación es, como en cualquier Golf, clara y sencilla. Se completa con un ordenador de a bordo básico, con una pantalla monocromo en vez de la de color de otras versiones más equipadas.
El Golf cuenta con dos huecos con tapa en la zona inferior de la consola central, además de otro más bajo el reposabrazos central -de serie- y uno a la izquierda del volante. Las guanteras de las puertas son amplias, pero no hay bolsas tras los respaldos.
no hay grandes caídas de régimen entre una marcha y otra, algo importante a la hora de ganar velocidad. Además, tiene el clásico tacto de otras cajas del Grupo VW: suave y muy preciso, permite cambiar con mucha rapidez.
El comportamiento siempre ha sido uno de los puntos fuertes del Golf. En este caso, no iba a ser menos, y más aún con una suspensión 15 mm más baja que en otros Golf para favorecer la aerodinámica. Además, no hay que olvidar que el motor es muy pequeño y ligero: sólo 78 kilos. Eso favorece la facilidad con la que el tren delantero cambia de dirección. A esto también le ayuda el hecho de contar con una dirección extremadamente precisa. Podría ser aún mejor si tuviese unos neumáticos de perfil más bajo, pero esa no es la filosofía del Bluemotion. Eso también le haría más sensible a los baches en las curvas y reduciría la comodidad, que es otro de sus puntos fuertes gracias a una suspensión que filtra los baches con dulzura.