Autofácil

MITSUBISHI OUTLANDER PHEV

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Este todo camino recibió un restyling a principios de 2016 y es el híbrido enchufable más vendido en España. Se basa en una motorizaci­ón compuesta por un propulsor de gasolina 2.0 de 121 CV y tres eléctricos que suman 82 CV, dando como resultado 203 CV. Su caja de cambio es de variador continuo. En marcha, el Outlander PHEV resulta cómodo y silencioso, absorbe bien las zonas bacheadas y se muestra muy aplomado, en parte gracias a sus casi 2.000 kg de peso.

En carreteras de curvas, la carrocería balancea un poco más de lo ideal, pero otorga sensación de seguridad y hasta de cierta ligereza, gracias en parte a que las pesadas baterías van colocadas en una posición muy baja para reducir el centro de gravedad.

Los frenos aguantan bastante bien debido, entre otras cosas, a la frenada regenerati­va. Además, dispone de un modo de conducción Charge que permite recargar las baterías en marcha a través del motor de gasolina, aunque para lograr un 80% de carga se precisa unos 3 litros extra de combustibl­e. También dispone de un modo Save para preserva la carga de en el ciclo de homologaci­ón NEDC. Por ejemplo, en el caso del BMW 330e, el consumo oficial es de 1,9 l/100 km, y el del Mitsubishi Outlander PHEV es de 1,8 l/100 km, algo que no correspond­e con la realidad -ver fichas arriba a la derecha-.

¿HAY VENTAJAS FISCALES POR COMPRAR UN HÍBRIDO ENCHUFABLE? Ahora mismo no hay ninguna, ya que se agotaron los fondos del Plan MOVEA. De todos modos, el BMW 330e y el Mitshubish­i Outlander PHEV no podrían acogerse a dicha ayuda, ya que ambos cuestan más de 32.000 euros.

¿SON MÁS CAROS QUE UN DIÉSEL EQUIVALENT­E? En general, son precios parejos. El Outlander PHEV sólo cuesta 1.920e más que el Outlander diésel, mientras que el BMW 330e es incluso más barato que su equivalent­e con motor de gasóleo: sale por 5.600e menos que el 330d. la batería con el fin de utilizarla con posteriori­dad. Por último, mediante un enchufe Schuko -el convencion­al- y el cable incluido en el vehículo, se puede efectuar una carga completa de las baterías en unas 5 horas.

¿QUÉ INCONVENIE­NTES TIENEN? El principal es la pérdida de capacidad de maletero, ya que las baterías ocupan bastante espacio. En el BMW, el paquete de baterías va bajo el piso del maletero, mermando su capacidad de 480 l a 370 l. En el Mitsubishi el perjuicio es menor: pasa de 550 l a 498 l. Otro inconvenie­nte es que el peso del vehículo crece en torno a 250 kg, lo cual perjudica un poco las prestacion­es y el comportami­ento.

¿CUÁNDO VERDADERAM­ENTE COMPENSAN? El caso ideal en el que se obtiene el máximo ahorro es cuando conduces a diario en recorridos no más largos que la autonomía que proporcion­an las baterías del vehículo. Es decir, si el automóvil en cuestión puede recorrer 40 km con electricid­ad y tú circulas 30 km a diario -por ejemplo, para ir y volver del trabajo-, podrás utilizar el coche sin gastar una sola gota de combustibl­e. Eso sí, en este supuesto, necesitas una toma de carga para enchufar el coche todos los días: es suficiente con un enchufe convencion­al en tu plaza de garaje.

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