EL ESCULTOR LUIS ORTEGA BRU Y SU RELACIÓN CON EL MOTOR
HOMENAJE EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
Alo largo de nuestra sexagenaria vida editorial del
Motor, nos hemos empeñado en informar sobre el progreso de la mecánica, la industria y su evolución, el comercio, la legislación, el deporte, pruebas de cuanto ha salido al mercado, consejos prácticos de buena conducción y orientación sobre los derechos de los usuarios. Además, desde el principio, nuestros premios a pilotos y marcas siempre han sido obras de arte de máxima calidad, gracias a la amistad fraternal con el insigne artista Luis Ortega Bru.
Precisamente, el día 29 de septiembre la Hermandad de Santa Marta de Sevilla ha programado la celebración del centenario del nacimiento, en San Roque (Cádiz), del genial pintor, escultor e imaginero.
En 1948 yo era solo embrión del periodismo del Motor, responsable en el periódico “Sevilla” de la sección diaria “¿Y usted qué opina?”, consistente en entrevista con un personaje de actualidad, ilustrada con su caricatura. Como Ortega Bru exponía unos formidables atlantes en la Sala Hernal, de la Plaza Nueva, le tocó al todavía desconocido escultor protagonizar mi trabajo, y fue su primera aparición en la Prensa. Durante la exposición, la Hermandad denominada “del Baratillo” le encargó una nueva imagen de Cristo para el conjunto procesional de La Piedad, y Luis me pidió servir de referencia para el difícil modelado en barro sobre un armazón de tablas y alambres, con preámbulo de interesantes dibujos. Me apoyaba sobre Manuel Herrero Alfaro, improvisada “Virgen” y todavía excelentes amigos.
En 1994 –cuando ya sobrepasaba mi veteranía en el Motor– escribí un poema sobre el Guadalquivir en brazos de Sevilla, inspirado en la obra de la Piedad de Luis Ortega Bru, con la suerte de recibir el Premio Antonio Machado del Distrito Histórico del Ayuntamiento de Sevilla. Como homenaje al artista lo enviaré a cuantos lectores lo soliciten y me indiquen su correo electrónico al mío (luike@luike.com).
La buena acogida de la nueva imagen del Cristo de la Piedad y nuestra recién iniciada amistad, facilitaron a Ortega Bru el contacto con la Hermandad de Gloria de Santa Marta, patrona de los hosteleros sevillanos, quienes habían acordado convertirla en Hermandad de Pasión y procesionar en Semana Santa con una escena escultórica del Traslado al Sepulcro. Previo concurso, se encargó la obra al nuevo y prodigioso imaginero, quien realizó un emocionante trabajo, con el honor de ser premiado inmediatamente por el Ministerio de Información y Turismo con la Encomienda de Alfonso X El Sabio. En el Cristo del Baratillo, Ortega Bru utilizó para el rostro la fisonomía de Antonio Gotor Távora, hijo de un famoso psiquiatra sevillano, pero en el “paso” de Santa Marta tuve la satisfacción de ser su referencia para la imagen de San Juan, situado a la izquierda de la Virgen María. Le adquirí una copia, Luis la expuso en Sevilla y se quedó con ella en prenda el propietario de la Sala, en concepto de cobro de gastos. La publicación de esta curiosa anécdota acaso da pie a un acuerdo feliz.
Tras la domiciliación de Luis y yo en Madrid, el afecto entre el artista y el Motor se manifestó en una constante relación y diversos encargos. Como consecuencia, nuestra Fundación posee veinticuatro obras de pintura y escultura de Ortega Bru, hoy depositadas en el Museo Municipal de su nombre en San Roque para gozo y disfrute de los visitantes.
Entre las obras expuestas hay un proyecto, dibujado, de monumento al Seat 600 y la figura bautizada como Estrella del Motor, cuya concesión a los vehículos más vendidos en el año comenzamos en 2015. Otra, de indudable fuerza deportiva, es el relieve de un motorista en acción, reproducido en esta misma página. Y, si conseguimos los correspondientes permisos, podría incrementarse con una copia del monumento a Ramón Torras, sufragado por los lectores de “Motociclismo” y por nosotros como sus editores en aquel entonces.
Reitero mi gratitud al genial Ortega Bru y mi afecto a su familia, manifestados en esta editorial como fraternal homenaje periodístico en el centenario de su nacimiento, cuya celebración, organizada por la Hermandad de Santa Marta, debiera ser un acontecimiento en Sevilla, con la adhesión de todas las cofradías con obras suyas.