CARGA INALÁMBRICA PARA ELÉCTRICOS
Y olvídate de andar enchufando pesados y engorrosos cables
A PRINCIPIOS DE AÑO SE HA APROBADO el nuevo protocolo de carga inalámbrica en la UE: el SAE J295 Wireless Charging, que proporciona un estándar sobre el que las distintas marcas de automóviles puedan trabajar en sus próximos sistemas de recarga eléctrica inalámbrica. En resumen, la carga inalámbrica se basa en la instalación en el suelo de bobinas eléctricas que, una vez el vehículo se sitúe sobre ellas, transmitirán energía eléctrica para recargar sus baterías. En principio, este sistema servirá para cargar a una potencia de 11 kW -la batería de 30 kWh de un Nissan Leaf se cargaría en unas tres horas-.
Fabricantes de componentes como Continental, Bosch y Qualcomm ya han desarrollado, siguiendo este protocolo, un sistema de carga inalámbrica funcional y seguro... aunque, de momento, la alineación exacta del vehículo sobre la plancha emisora resulta fundamental -si la placa receptora del vehículo y la placa emisora no están correctamente alineados, el vehículo recibirá una menor carga: por ej., si existe una diferencia de 10 cm, el automóvil sólo recibirá un 85% de carga-. Por ahora, Continental recurre a un sistema de posicionamiento por radio: el coche cuenta con cuatro antenas que detectan la posición exacta del vehículo respecto a la placa, una información que se muestra al conductor mediante un diagrama en la consola central. ¿La seguridad de la carga inalámbrica? Debido a que se recurre a frecuencias de radio muy elevadas, apenas escapa radiación fuera de la placa receptora del vehículo. Además, en el interior del coche, tan sólo se llega a filtrar el 1% del valor máximo de exposición recomendado para humanos.