COMPORTAMIENTO
EN GENERAL, ambos modelos son muy nobles y fáciles de conducir, pero también dependen de la suspensión elegida. El Fiesta se ofrece con una suspensión normal y otra más firme para el acabado ST-Line -350e más que el Titanium-; por su parte, el Ibiza lleva una normal, otra más dura para la terminación FR, además de una electrónica con dos niveles de dureza -por 280e-.
Con la suspensión normal, el Fiesta es más cómodo en zonas bacheadas pero no resulta tan estable y preciso como el Ibiza. Con la más firme, el Ford gana mucho en comportamiento y no pierde demasiado en comodidad; también ofrece una mayor agilidad que el Seat. Ninguno de los dos es demasiado ruidoso.