BICICLETAS URBANAS, INTERURBANAS, ELÉCTRICAS, PATINES, GIRÓSCOPOS, TRICICLOS Y CUADRICICLOS DE PARQUES
SU CONVIVENCIA CON EL TRÁFICO REGULADO PIDE URGENTES ESTUDIOS DE SEGURIDAD
El diario desplazamiento personal de peatones, por las poblaciones o alrededores, se considera el más sencillo y sano de los ejercicios para mantenerse en forma. En convivencia con ellos, las bicicletas, a pedal o con auxilio de motor eléctrico, van en aumento.
En la práctica, las excelentes ventajas del ciclismo urbano se ven perjudicadas cuando ocurre la utilización incorrecta de su vehículo por algún usuario, sin el debido respeto a los demás, a veces con daños para ambas partes. También el uso del patín callejero –con o sin electricidad– ha pasado de juego infantil a medio de desplazamiento urbano para jóvenes y no tan jóvenes, con situaciones imprevistas, desde el susto al dolor físico. ¿Cómo hacer posible la máxima seguridad entre todos? Cualquier prohibición sería solución molesta para la deseada libertad, pero es conveniente el buen consejo urbano para seguridad de todos. También la inexistencia de la norma puede ser criticable y lamentable. Ya hay quien piensa en la conveniencia de una placa de identificación para reconocer al propietario de cualquier vehículo desde su adquisición, sea bicicleta a pedal o eléctrica y hasta patines o segway.
El creciente uso de las bicicletas por carretera, para ejercicio y turismo, exige también la divulgación de normas y consejos a respetar para lograr garantías de seguridad en sus recorridos. Debe ser interesante la inscripción como socio en algún club ciclista, sobre todo si dispone de circuito para entrenar.
Las estadísticas de accidentes exigen la protección de cuantos, de una u otra forma, somos usuarios de las vías públicas. Desde las revistas especializadas en vehículos debemos tratar sobre los problemas de la convivencia más segura. Es un reto al ingenio de sus redactores, obligados a encontrar sugerencias, normas y tranquilidad. Cumplamos nuestra función informativa de alertar y mover a todos a utilizar las vías públicas con la mayor atención, y buena voluntad. Y animar a todos, en cuanto sea posible, a obtener algún permiso para conducir vehículos a motor. También sería interesante contratar algún seguro de accidentes.
Otra lógica e imprescindible necesidad: Los volantistas en general, así como los motoristas, deben tomar conciencia de la superioridad de sus vehículos, por potencia y tamaño, y ceder siempre el espacio lógico para los usuarios de las vías públicas con mínimos vehículos o peatones.
El sencillo instrumento de las ruedas ha triunfado en beneficio de la Humanidad, aunque, en algún aspecto, su uso se ha demorado inexplicablemente. Por ejemplo, en las maletas. ¡Cuántos años las hemos transportado a puro músculo! Hoy, hasta un niño puede moverlas con facilidad.
Las pequeñas ruedas también prestan su colaboración a nuestra comodidad al servicio de aparatos autónomos e inteligentes como los cortadores de césped, las limpiadoras de piscinas y las aspiradoras del hogar, autoenchufables para su recarga. Además saben frenar a tiempo, justo para no tropezar. La digitalización futura perfeccionará aún más el uso de la rueda, el artefacto más útil en la Historia del Progreso.