RENAULT ZOE e-SPORT CONCEPT
Eléctrico 460 CV 640 Nm 210 km/h De 0 a 100 km/h en 3,2 segundos
COGE DOS FÓRMULA E COMO EL QUE ACABAS DE VER EN PÁGINAS ANTERIORES, EXTRAE SUS DOS MOTORES, E IMPLÁNTALOS EN UN ZOE. ES LA LOCURA QUE SE LE OCURRIÓ A RENAULT.
Tiene aspecto de ZOE pero, en realidad, se trata de un prototipo construido sobre un chasis tubular de competición. ¿Su objetivo? "Demostrar que los deportivos eléctricos tienen cabida en un futuro", tal y como nos cuenta Alexandre Bernard, jefe de proyecto del ZOE e-Sport. Y hemos venido al circuito de Dreux, en Francia, para pilotarlo. Los propios ingenieros de Renault lo califican como una "fusión entre un ZOE estándar y un Fórmula E". Sin embargo, no es exactamente así, ya que si bien sí adapta elementos del monoplaza de la escudería Renault e.dams, del ZOE de calle sólo coge prestado su aspecto exterior. Su carrocería de fibra de carbono oculta una configuración muy particular: dos motores –uno delante y otro detrás– y dos baterías –delante y tras los asientos–. El motor de un Fórmula E desarrolla 270 CV, sin embargo, en el ZOE e-Sport se reduce a 230 CV, de manera que la potencia conjunta de este 'súper ZOE' es de 460 CV. Las prestaciones son sensacionales: acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanza sus 210 km/h de velocidad máxima en 10 segundos.
Mientras me pongo el mono de piloto, observo la impresionante carrocería del ZOE: ensanchada, pintada con los colores de Renault e.dams, y ataviada con un alerón y un difusor. Dentro, hay un par de baquets Recaro, una jaula antivuelco, un display central... y poco más.
Arneses de seguridad... y a la pista
La primera sensación en este ZOE es que todo está muy duro, pero que transmite mucha precisión: la dirección, la suspensión, los pedales... Después de una primera vuelta como toma de contacto, acelero a fondo en la recta principal. El ZOE gana velocidad de una forma muy violenta, aplastando mi cuerpo contra el asiento. Todo en un absoluto silencio tan sólo corrompido por un leve silbido procedente de los motores. Además, no hay caja de cambio –sí en los Fórmula E– que se interponga en la aceleración.
La frenada es potentísima pero, al ser un coche de carreras, no tiene servofreno, por lo que debes pisar el pedal con mucha fuerza, aunque eso beneficia que sea bastante fácil de dosificar. En curva, el eje delantero se siente muy 'sujeto' al asfalto, mientras que el trasero muestra cierta tendencia a deslizar, lo cual obliga corregir la trayectoria constantemente
con leves movimientos de contravolante, aunque es una maniobra muy intuitiva.
De nuevo en recta, alcanzo 185 km/h antes de una nueva frenada que encara una curva de 180º. Freno fuerte, el eje trasero se desestabiliza lo justo, y entro al giro guiando al vehículo a través de la precisa dirección. Aquí sale a la luz una de las carencias: al salir de los giros más cerrados acelerando, los neumáticos delanteros pierden tracción con facilidad, aunque eso no impide que el ZOE salga catapultado hacia la siguiente curva. En general, es un coche que se siente 'vivo' y que cambia de dirección con gran rapidez. Este ZOE pesa 1.385 kg, de los cuales 450 kg corresponden a las baterías, así que es un coche ligero para ser eléctrico.
Tras 11 vueltas, las baterías, de 40 kWh cada una, están casi vacías, así que debo volver. Parece ser que este ZOE no será una realidad pero, desde luego, cualidades tiene para llegar a serlo.