¿Y EN EL INTERIOR?
El habitáculo está sometido a un desgaste constante: volante, pedales, botones, tapizados… Por eso, y para que el tiempo y el uso hagan la menor mella, es imprescindible limpiarlo y protegerlo, al menos, con la misma frecuencia con la que lavamos el exterior de nuestro coche. Conservar limpio el interior también ayudará a que viajemos de manera más cómoda y, por tanto, más segura. En el caso de las personas con alergias, es vital mantener un ambiente fresco y revisar que el filtro del habitáculo esté siempre limpio.