EN CONCLUSIÓN
Desde el punto de vista económico, tan sólo sale rentable optar por un vehículo que pueda circular con GLP o el GNC en vez de con gasolina, como el Hyundai i10 o el Seat Mii respectivamente. Es especialmente interesante el Mii, cuyo sobreprecio se amortiza en sólo 6.724 km -en el i10 hay que recorrer 26.639 km-.
A priori, el sobrecoste del microhíbrido Suzuki Ignis no es interesante, pues hay que recorrer 421.052 km para empezar a rentabilizarlo. Eso sí, la situación se podría invertir si tenemos en cuenta que este Ignis SHVS podría optar a una ayuda como la del Plan Movalt y que, en función de cada ayuntamiento, puede ahorrarse hasta un 75% del Impuesto de Circulación. Además, como vehículo Eco, puede acceder a las grandes ciudades aunque haya restricciones al tráfico.
Recomendar el Smart ED es complicado, pues hay que recorrer 167.758 km para amortizar la diferencia de precio con un coche cuya autonomía real ronda los 120 km… De nuevo, y como el Ignis, sólo es interesante en caso de que se pueda acceder al Movalt y que se vaya a emplear por grandes ciudades.
Excepto el Ignis, todos pierden capacidad de maletero, sobre todo en el caso del Mii y del i10. Además, los dos modelos que apuestan por el gas también son los que pierden prestaciones de una forma más notoria respecto a sus homólogos de gasolina.