EN CONCLUSIÓN
Como ocurre con los microurbanos, el GLP y el GNC vuelven a ser las alternativas más interesantes desde el punto de vista económico: sólo necesitas recorrer 24.691 km con el Sandero para rentabilizarlo, mientras que en el Polo la cifra supera por poco los 60.000 km.
En el caso del Sandero, la versión de GLP se amortiza mucho antes que la diésel, con la que hay que recorrer 46.728 km para que empiece a ser interesante. Además, con el GLP siempre te ahorrarás 1,10 euros cada 100 km respecto al diésel. Por último, las diferencias en prestaciones entre los tres son pequeñas, y las de maletero, inexistentes -el del GLP, eso sí, no lleva rueda de repuesto-.
Amortizar la diferencia de precio del Yaris Hybrid supone recorrer 143.750 km y, a ser posible, por ciudad. Esto demuestra que, en este tipo de modelos de precio relativamente contenido, es una tecnología todavía algo cara. Interesa si, de nuevo, necesitamos un coche con pegatina Eco.
Adquirir un eléctrico urbano es poco interesante. El ZOE obliga a recorrer 318.973 km para empezar a rentabilizarlo. Es una tecnología aún demasiado cara y, además, el ZOE es más lento que el Clio TCe o el dCi.
El Clio también nos sirve para demostrar que el motor diésel, en los urbanos, ya no es tan rentable: tendrás que recorrer 105.394 km para empezar a sacarle provecho. Por tanto, a no ser que recorras más de 25.000 km/año, el diésel no es interesante teniendo en cuenta la diferencia de precio y que los actuales motores de gasolina gastan bastante menos que antes.