CITROËN C4 CACTUS 1.2 T
ASÍ VA CITROËN RENUEVA EL C4 CACTUS Y LO POSICIONA COMO UN COMPACTO MÁS. ¿LO CONSIGUE? Texto: J. Couto
Este peculiar modelo se reinventa como el nuevo compacto de la marca francesa. ¿Qué ofrece frente a rivales como el Fiat Tipo, el Ford Focus o el Skoda Spaceback?
Citroën siempre ha sido una marca peculiar, capaz de crear modelos muy diferentes a todo lo que ofrecía -y ofrece- el mercado. El famoso 'Tiburón' -DS en realidad-, el 2CV, el Mehari... son algunos de los clásicos de la firma que todos hemos visto en alguna ocasión.
En las últimas décadas algunas de esas ideas han supuesto un éxito de ventas envidiable, como ocurrió con el Citroën Xsara Picasso, pero otros no han obtenido tanto reconocimiento. Un claro ejemplo es el Citroën C4 Cactus. Llegó en 2014 como una mezcla extraña de modelo minimalista y hasta un tanto espartano con cierto aspecto de SUV, pero el concepto no ha cuajado del todo. Muchos tenemos la sensación de que el problema no era sólo una cuestión de gustos, sino también de precio: al final, dejaba la sensación de que estabas pagando un precio normal por un coche con cierto aire low-cost...
Ahora, Citroën ha redefinido la orientación del C4 Cactus. El C4 normal dejará de venderse en verano, y no se espera ningún compacto tradicional para ocupar su hueco. Ese lugar lo va a llenar precisamente el C4 Cactus y, para ello, en Citroën han trabajado en mejorar algunos de los aspectos donde antes 'hacía aguas': una suspensión demasiado blanda, un interior poco insonorizado y con carencias inexplicables en el equipamiento como unas ventanillas traseras que sólo tenían apertura de tipo compás -y eso que se han olvidado de detalles como los asideros en el techo o la posibilidad de poner faros de xenón o led-. Por el camino se ha caído algún concepto que, en cambio, sí nos había convencido. Es el caso de los airbumps, esas prácticas protecciones para las puertas que reducían posibles daños; ahora son tan pequeños que suponen poco más que un detalle estético.
En definitiva, el C4 Cactus se ha normalizado, pero se mantiene como una alternativa a los compactos, más que un compacto como tal. Sigue siendo más corto -ahora los compactos miden de media 4,30 m; el Cactus se queda en 4,17 m- y por precio se sitúa entre los más baratos pero, sobre todo, mantiene un diseño y un interior mucho más peculiar. Esto último será la clave de su triunfo o de su fracaso, pues objetivamente no es en absoluto una mala compra.