3.- Atento a los detalles

Una vez hayas lavado el coche, limpia el umbral de las puertas y el hueco del depósito de carburante con una bayeta de microfibra empapada en el mismo agua donde hayas diluido el champú para la carrocería. Si en el hueco del depósito ya se ha acumulado una costra de suciedad -de sucesivos repostajes-, puedes utilizar una brocha de detallado empapada en desengrasante/limpiador de motor para sacar esa suciedad. Retírala con una toalla de microfibra limpia y, a continuación, limpia con otra toalla con agua y champú.

Y para que tu coche quede en un estado óptimo, aplica pulimento a la zona alrededor de las manetas de las puertas... para eliminar los raspones y leves arañazos que tenga. Para ello, echa un poco de pulimento sobre una toalla de microfibra o un aplicador -desde 2,5e/und., en tiendas del automóvil y de detailing- y frota la superficie, ejerciendo cierta presión, en líneas rectas o en círculos. Una vez que el pulimento se vaya volviendo transparente, retira los restos con una toalla de microfibra limpia.