Detallista y renovado
En el interior se aprecia la colaboración de Mercedes-Benz, que aporta algunos botones, mandos y el sistema multimedia. Sin embargo, el diseño del salpicadero es propiamente Aston Martin, con una consola central voluminosa y materiales como cuero, fibra de carbono y aluminio. La calidad de construcción es correcta, aunque no alcanza el nivel de un Audi R8. Todos los mandos y botones están bien colocados, pero los de la parte baja de la consola son táctiles y, por tanto, menos intuitivos que los de un Porsche 911.
BIEN AISLADO
El DB11 cuenta con un deflector de aire que logra que las turbulencias en el interior al conducir sin capota sean bastante bajas, pudiendo mantener una conversación sin problemas circulando a 120 km/h. Eso sí, para plegar o desplegar el receptáculo en el que se guarda la capota hay que bajarse del coche, ya que se hace manualmente mediante un tirador -ver foto del maletero-.
MEJOR PARA DOS
El espacio en la parte delantera está muy bien resuelto, pero unas plazas traseras de tamaño reducido y un maletero pequeño -entre 169 y 206 litros- hacen que el DB11 Volante sea más adecuado para dos personas.