En marcha, un chasis muy por encima del motor
El Insignia GSI cuenta con una suspensión adaptativa específica con tres niveles de dureza y con 10 mm menos de altura que el resto de la gama.
Todo precisión Con ella, el GSI puede ser un modelo bastante cómodo en su posición más suave y uno más eficaz en la más firme; en esta última se muestra especialmente estable y contiene muy bien los movimientos de la carrocería. Además, la dirección es precisa, y el eje delantero se muestra ágil en la entrada de las curvas.
Su otro gran secreto Parte de la responsabilidad de que el Insignia tenga un comportamiento tan bueno es de su sistema de tracción total, que gracias a un diferencial trasera activo, es capaz de repartir la fuerza del motor entre las cuatro ruedas con mucha precisión. Eso le ayuda a tener un reacciones muy neutras, nobles y fáciles de controlar por el conductor.
Podría correr más El comportamiento es tan bueno que el motor se queda corto. Pese a sus 210 CV, no es muy rápido -tarda 7,9 segundos en pasar de 0 a 100 km/h- y su consumo no es bajo: 7,0 l/100 km. El cambio automático destaca por suavidad.