En marcha: ligero y con una suspensión mejorada
El chasis no cambia, pero añade unos amortiguadores que mejoran notablemente el comportamiento. Además, está mejor insonorizado, tampoco vibra mucho, y todo eso hace que se muestre más refinado. BALANCEA MENOS
Con los nuevos amortiguadores, el C4 Cactus no es más cómodo -aunque destaca en este apartado-, pero sí balancea mucho menos, ganando en agilidad, precisión y control en zonas de curvas, así como aplomo en autopista. No alcanza el equilibrio de un Ford Focus o un Seat León, pero sí tiene unas reacciones seguras y es fácil de conducir.
¡QUÉ BIEN LO MUEVE!
El motor 1.2 PureTech turbo de gasolina y 110 CV tiene una respuesta muy buena, pues a sólo 1.500 rpm ya entrega su par máximo de 205 Nm. Además, este C4 Cactus pesa sólo 1.105 kilos, una cifra digna de un urbano. Con todo, este Cactus tiene unas buenas prestaciones -tarda 10,3 seg. en pasar de 0 a 100 km/h- y es fácil moverse en medias reales de consumo de unos 6,5 l/100 km.
¿Y LOS COMPLEMENTOS?
El cambio es manual de cinco relaciones, y destaca por ser bastante preciso pese a sus largos recorridos y a un tacto mejorable. La dirección es un poco blanda, más orientada a facilitar maniobras que a transmitir información en carretera. Los frenos cumplen sin problema, y eso que recurre a unos tambores en el eje trasero en lugar de discos.