JUAN HURTADO
CREADOR DE LA MARCA GRANADINA HURTAN, ESPECIALISTA EN COCHES DE CAPRICHO
Con una presencia discreta en el reciente Salón ClassicAuto (Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid) el nuevo modelo Author de la marca Hurtan ejerció, sin embargo, una atracción de lujo; por mi parte convertida en sorpresa, honor y satisfacción. Tres palabras necesarias para expresar mi ánimo al recibir el encargo de escribir un prólogo para el libro dedicado a la vida y milagros de la marca granadina Hurtan durante los veinticinco años de producción, imaginación y esfuerzo de su creador, Juan Hurtado González.
Siempre he sido admirador de la habilidad de los mecánicos y chapistas españoles. Precisamente por respeto a estos trabajos se me ocurrió editar la revista 'Automecánica' en los primeros años de mi aventura periodística madrileña. El éxito obtenido desde sus principios fue por obra y gracia de dos inolvidables figuras: Antonio Madueño (abogado, propietario de un taller y de una mina de carbón) y el genial probador Arturo de Andrés Urrutia, en aquel entonces estudiante de ingeniería.
En la actualidad, el encargo del prólogo para el libro sobre los Hurtan y su creador, me ha producido una grata emoción profesional. Adelanto algunos párrafos de ese texto y, al mismo tiempo, recomiendo a nuestros lectores hacerse con un ejemplar de esta curiosa historia biográfica; a publicar en este mismo año.
Si este libro está en sus manos por devoción al automóvil, con el deseo de conocer cómo nació y creció la aventura de los granadinos coches Hurtan, realmente va a disfrutar su lectura y no dudará en recomendarlo a esos amigos coincidentes en el gusto por los vehículos soñados o casi únicos.
La historia del constructor español Juan Hurtado González es digna de ser conocida y merecedora de la máxima difusión en la seguridad de ofrecer emoción e interés al descubrir su desarrollo paso a paso.
Tener una ilusión y hacerla realidad, al asociar la propia confianza con el esfuerzo personal del trabajo bien aprendido, significa la obtención del mayor premio imaginable. Juan Hurtado, protagonista de este libro, se empeñó en compenetrarse con cada porqué y para qué de la mecánica y el tratamiento de la chapa, como se puede ver en su biografía.
En todas las etapas de nuestra empresa editorial, ya sexagenaria, siempre hemos contado con redactores y colaboradores con dominio profundo de las marcas y de su historia. Uno de ellos comenzó como lector estudioso de nuestros títulos y acabó doctorándose en Medicina y en conocimientos del automóvil. Tiene un piso en
Lugo destinado en exclusiva a biblioteca del Motor. Me refiero al doctor Ramón
Roca Maseda.
Al conocer mi deseo de prologar este libro sobre Hurtan, me regaló una deliciosa charla sobre la marca de Granada, comparándola con otras de distintos países, lanzadoras de importantes modelos producidos en pequeñas series.
Se refirió Ramón Roca a las norteamericanas Gaslight Motors y Surrey, creadoras, en la década de 1960, de réplicas singulares como el Rambler (de 1902) y el Oldsmobile Curved Dash (de 1903) y al sorprendente Fervelectric de 1968, eléctrico español con líneas del siglo XIX basadas en el mencionado Rambler.
También nos describió el Mercedes SSK de 1928, reproducido con bastante fidelidad en el primer Excalibur de 1964. Y nos recordó cuando en España, entre los años 1969 y 1981, se impuso la tendencia de reproducir modelos de automóviles clásicos como los Lotus Seven y BMW 328, en 1972, o los Auto Réplica de 1981, inspirados en el MG TD.
Aquellos coches rememorados por Ramón Roca convivieron con los primeros automóviles Hurtan a principios de los años 90 y tanto unos como otros hoy ya son considerados auténticos clásicos. Aunque en el caso de Hurtan la producción continuó y, en la actualidad, dispone de una gama ya consolidada y proyectos muy ambiciosos.
Aun tratándose de modelos de fabricación artesanal y, por tanto, de producción limitada, mis hijos Carlos y Juan, en la actualidad presidente y director general de nuestra editorial, decidieron incluir los Hurtan en la sección de precios de Autofácil y en la web autofacil.es con similar tratamiento al dedicado a todas las demás marcas. Me pareció una decisión impactante y respetuosa con quienes han dado muestras de su esfuerzo para estar con modesta dignidad en el Mercado.
Así, cuando los responsables de este libro me propusieron contribuir con un prólogo, he aceptado el encargo con gratitud. Y felicito a quienes han decidido su publicación, porque cuanto se dice en él hace justicia a Juan Hurtado y a su trabajo como fabricante de automóviles.
En mi fuero interno me digo con emoción: unos coches fabricados en Granada merecen ser, como son, pura poesía. Sueños convertidos en realidad.