¿Qué está pasando con el diésel?
En este número de Autofácil presentamos un extenso dosier sobre el ‘problema’ del diésel para desvelar cuáles son los principales inconvenientes que la industria y los usuarios de vehículos de gasóleo se están encontrando para seguir comprando o usando estas motorizaciones.
Ya son una realidad las restricciones de acceso en ciudades como Barcelona y Madrid; o en Europa, en Londres, París, Roma, Bruselas o Berlín, entre otras. Sin embargo, como desvelamos en las páginas interiores, no todos los diésel son ‘terribles’ (sí los anteriores a la homologación Euro 4) ni todos tendrán vetado el acceso a la ciudad. Hoy en día se pueden adquirir numerosos coches diésel muy eficientes en consumo y con reducidas emisiones.
Otra cosa muy distinta es que el crecimiento del turismo por el centro de las grandes ciudades obliga a darle prioridad a los peatones frente a los vehículos. La mala imagen creada por los vehículos con motor diésel a lo largo de los años pone a estos en el disparadero frente a cualquier acción que beneficie al que se mueve a pie o en bicicleta. No hay más remedio que limitar la circulación por la ciudad y tendremos que acostumbrarnos a que para llegar al centro de Madrid o de Barcelona, como ya sucede en Múnich por ejemplo, ir a pie o en bici será lo más lógico. Y no podrán acceder ni siquiera los vehículos con etiqueta ECO, porque sencillamente no habrá calles como son ahora, el peatón recuperará el 70% del espacio que no disfrutaba.
Y los ciudadanos, en notable mayoría, están de acuerdo con las nuevas normas, limitaciones y prohibiciones como desvela el resultado de la 5ª encuesta, con más de 11.000 respuestas, realizada por Autofácil junto con la consultora Pons Seguridad Vial y la plataforma de compraventa de vehículos AutoScout24. Hemos contado con la aportación de la app colaborativa de transporte público Moovit, con más de 4 millones de usuarios en España y 180 en todo el mundo. Otro dato que se revela en nuestro estudio es que, gracias a las campañas sociales y políticas contra el diésel, y las publicitarias en favor de los coches híbridos y eléctricos, estos últimos se muestran como los preferidos de los futuros compradores. Eso sí, aún quedan por instalar muchos puntos de carga y bajar los precios, mejorar más la tecnología y resolver serios problemas para abastecer de suficientes baterías y más eficientes. ■