Tenía que mejorar en calidad y espacio... y así es
● AHORA, SÍ
Uno de los puntos más criticados del anterior Clase A es que los materiales empleados en el salpicadero no estaban a la altura del resto de Mercedes... y también quedaban por detrás de los de un Audi A3. En esta generación, la calidad ha aumentado muchos enteros, su
apariencia es más moderna e, incluso, emplea elementos procendentes del CLS, como el volante. ● SÓLO DIGITAL
Otra novedad es que el cuadro de mandos es siempre digital; el de serie tiene una pantalla de 7", y opcionalmente se puede reemplazar por una de 10,25" -paquete Advantage, por 1.258 €-. En el caso de la pantalla central, sucede lo mismo; la de 10,25" cuesta 3.232 € -va dentro del paquete Premium-.
● TODO TÁCTIL
Las dos pantallas centrales disponibles incorporan manejo táctil -es la primera vez
en Mercedes-, si bien también pueden manejarse mediante un mando en el volante o a través de un panel ubicado entre los asientos -ambos de serie-. Este último es novedad en la marca y resulta más preciso y sencillo de utilizar que el empleado en el anterior modelo -y que todavía
se utiliza en el Clase E o el CLS-. ● BIEN DELANTE
En las plazas delanteras se ha ganado algo de anchura y la sensación de espacio es muy superior a la del anterior modelo. La postura de conducción es baja, muy semejante a la que encontramos en un BMW Serie 1.
● REGULAR DETRÁS
Las plazas traseras también disponen de algunos centímetros más en todas las cotas, aunque sigue sin ser especialmente amplias -sí lo es más que el Serie
1-. El maletero ha crecido 29 litros
-19 l en el diésel, por el depósito de AdBlue- y se sitúa en la media.