Así los usan
PESE A LO QUE PUDO interpretarse cuando se dio a conocer su puesta en funcionamiento, los Velolaser nunca podrán ser utilizados desde las motocicletas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, entre otras cosas, porque están homologados como radares “de tipo estático”. De hecho, según han confirmado a Autofácil agentes del cuerpo, “por ahora, la gran mayoría de Velolaser los transportan patrullas de cuatro ruedas”.
Su homologación sí les permite ser instalados dentro de una cabina lateral o en un pórtico -en este último caso, sólo cubrirían el carril sobre el que estuvieran situados, nunca dos-, pero la Guardia Civil los está utilizando, sobre todo, de dos formas:
1.- Adosados, mediante imanes, al lateral de los vehículos de patrulla -ya sean con distintivos oficiales o, sobre todo, “vehículos no señalizados", declaran a Autofácil fuentes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC)-; ver foto 3. Según indican los agentes, los vehículos oficiales estarán a la vista “para que realicen una labor disuasoria” y los no señalizados, camuflados.
2.- Sobre un pequeño trípode, situados en el arcén y muy próximos a los quitamiedos laterales; de esta forma, y dado que están pintados de un color verde oscuro, “no se ven”, declaran desde la AUGC -ver foto 4-.
PERO OJO porque algunos miembros de la Guardia Civil también los están colocando de forma más ‘malintencionada’. Por ej., adosados, mediante imanes, a la cara externa de los quitamiedos, de forma que quedan absolutamente ocultos a la vista -ver foto 5-.
Por último, debes tener en cuenta que las ubicaciones de estos radares no se mantienen mucho tiempo: varios agentes nos han confirmado que “pueden llegar a cambiar la posición del control cada hora y media o dos horas”.