OBLIGADOS A CAMBIAR
Los periodistas especializados en motor que acudimos al reciente
Salón Internacional de París, celebrado del 4 al 14 de octubre en la capital francesa, nos quedamos con un mensaje muy claro por parte de la gran mayoría de marcas que asistieron a la cita para presentar sus últimas novedades. El futuro inmediato de los vehículos pasa por la electrificación, más o menos severa, para poder cumplir con lo establecido por las normativas anticontaminación.
Sin embargo, ahora estamos en un escenario bastante complejo y confuso. Prácticamente todos los fabricantes han hecho los deberes y son capaces de ofrecer productos electrificados; y en París se encargaron de trasladarnos la idea de que están invirtiendo muchos millones de euros en el desarrollo y promoción de sus nuevos productos, pero que sus clientes están llenos de dudas cuando se plantean dar el salto a ese mundo más ecológico al que se dirige la industria de la automoción.
Los usuarios no son capaces de entender cómo podrán enfrentarse a los problemas de la nueva movilidad que se avecina. Las administraciones han obligado a las firmas automovilísticas a trabajar rápido para reducir las emisiones de sus vehículos, pero no se han aplicado el cuento a la hora de proporcionar las herramientas necesarias. ¿Puntos de carga? ¿Ayudas para la renovación de vehículos viejos? ¿Acuerdos con petroleras y compañías de energía? ¿Generación de infraestructuras?
Creo que el gremio de los periodistas está realizando una adecuada labor al informar sobre esta situación trasladando, de la mejor forma posible, el nuevo lenguaje relacionado con lo electrificado... explicando nuevos conceptos como kW/h, baterías, puntos y cables de carga, uso de la energía, técnicas de conducción responsables o hibridación.
Además, tampoco hay que olvidar que los motores de combustión, tanto gasolina como diésel, están plenamente vigentes, ya que contaminan bastante menos que modelos con apenas diez años de antigüedad. Es más, en muchas ocasiones son los más recomendables, algo que demostramos en este mismo número.