En marcha El Seat gana por dinamismo, el Toyota por consumo

Dado que el RAV4 sólo se vende con un motor de 218 ó 222 CV, la versión más parecida del Tarraco es el 2.0 TDI 190 DSG 4Drive. Con este motor, el Seat sólo se vende con tracción total 4Drive, así que el RAV4 equivalente es el 4x4. Esta variante del Toyota añade un segundo motor eléctrico para accionar las ruedas traseras en caso necesario.

● Por motor Son soluciones completamente diferentes. El Seat cuenta con un clásico 2.0 TDI de 190 CV que destaca por su respuesta desde bajas revoluciones, lo que unido a su suave cambio automático de siete marchas, le permite ser más agradable y menos ruidoso en carretera. El RAV4 es igual de rápido, pero su peculiar caja de cambios -que simula tener seis relaciones pese a sólo tener una- y su motor de gasolina atmosférico le obligan a revolucionarse más si se acelera con decisión, volviéndose más ruidoso y dando la sensación de ser menos contundente. La principal ventaja del Toyota está en el consumo: es fácil moverse en torno a 6,5-7 L/100 km reales, cifra que mejora cuanto más se circule por ciudad, mientras que en el Tarraco el consumo real se sitúa entre 7,5 y 8 litros/100 km.

● Por chasis El Toyota es muy cómodo gracias a una suspensión blanda. Su buen reparto de pesos, el hecho de llevar las baterías en el suelo y unas acertadas cotas de dirección le convierten en un coche noble y fácil de conducir. Con una suspensión más firme, el Seat es igual de cómodo, pero en curva resulta más ágil y también más estable, transmitiendo más confianza al conductor. En campo, su sistema de tracción total también es más eficaz.