Autofácil

HYUNDAI i30 1.0 TGDI 48V

Hay un 1.0 TGDI 120 Essence con etiqueta C por 3.805 menos, y un 1.6 CRDi diésel por 600 más € €

- Texto: M. Tineo

El renovado i30 se suma a la moda de la microhibri­dación, la cual otorga la etiqueta Eco.

EL HYUNDAI I30 RECIBE UN RESTYLING EN EL QUE DESTACA LA APARICIÓN DE DIVERSAS VERSIONES CON ETIQUETA ECO DE LA DGT. LA DE ESTA PRUEBA ES UNA DE ELLAS.

El segmento de los compactos es sin duda uno de los más competidos. Por eso mismo, la inmensa mayoría de los modelos que lo forman están a un nivel bastante elevado, y eso que tampoco se pueden despistar demasiado con el precio para evitar que los potenciale­s clientes se vayan a otros segmentos como, por ejemplo, los SUVs que ahora está tan de moda. Vamos, que un compacto de hoy es un señor coche en todos los aspectos por un precio interesant­e.

El Hyundai i30 es un clarísimo ejemplo de lo duro que es este segmento y, también, de los buenos coches que ahí podemos encontrar. Además, en el caso de este compacto, la marca ha decidido apostar todavía más fuerte incluyendo versiones microhibri­dadas, una tecnología que sirve para acceder a la deseada etiqueta Eco de la DGT por un sobrecoste muy razonable. De hecho, y en la versión que nos ocupa, esa microhibri­dación supone sólo 250 euros si comparamos variantes con el mismo nivel de equipamien­to.

Y no sólo eso.Teniendo en cuenta que el diseño es otro de los aspectos clave, el i30 se ofrece también con este llamativo y deportivo acabado N-Line, que además de unos paragolpes más musculosos o llantas específica­s, incluye detalles como

unos excelentes asientos deportivos, un volante y un pomo similares a los del i30 N...

En otros apartados, el i30 tampoco se despista: está por encima de la media en espacio interior o maletero, tiene un puesto de conducción bien resuelto, está a la última en tecnología, su calidad no tiene nada que envidiar a la de sus principale­s rivales...

¿Y en marcha? Pues la nota también es buena. Con sus cosas, claro, pero es buena. Si empezamos por el motor, nos encontramo­s con un 1.0 turbo de tres cilindros con tres modos de funcionami­ento: Eco, Normal y Sport. La diferencia de respuesta del acelerador entre las tres es apreciable, pero en general es un motor de agradable respuesta y voluntario­so sobre todo a partir de 3.000 rpm. Vibra poquito y no es ruidoso, algo que se nota sobre todo cuando, en carretera, el sistema de microhibri­dación desembraga automática­mente para dejar el coche en punto muerto y detiene el motor. Nos daremos cuenta de que se ha parado porque el coche deja de funcionar, pero no porque deje de sonar, pues resulta inapreciab­le. Además, el sistema es tan suave que, cuando aceleremos y vuelva a arrancar el motor y a embragar, no percibirem­os ni el más mínimo tirón.

El único pero de este sistema es que sólo funciona en modo Eco, que deja la respuesta del acelerador demasiado inerte.Por lo demás, el sistema sorprende, y el cambio manual de seis relaciones sigue teniendo el buen tacto de cualquier otro Hyundai manual.

En el modo Normal todo lo anterior mejora, pero aun así la respuesta del acelerador se sigue sintiendo demasiado aletargada. Sólo el modo Sport resulta más realista, algo que tiene poco sentido porque las diferencia­s de consumo van a ser inapreciab­les, ya que el rendimient­o del motor no varía. Con todo, este i30 se mueve en torno a 6 litros/100 km en carretera, con una conducción relajada y a velocidad sostenida, y en condicione­s más normales está en alrededor de 6,5 litros/100 km; está bastante bien.

Por comportami­ento, el i30 cuenta con una suspensión de tarados tirando a blandos, incluso en esta versión N-Line (la suspensión no varía). Con ella, este Hyundai es un coche cómodo que también destaca por aplomo y nobleza, por lo que resulta muy agradable para viajar por cualquier carretera. En curva no va nada mal y destaca por precisión (gracias a una dirección de buen tacto) y sensación de control, si bien no tiene ese toque un poco más ágil y deportivo que sí encontramo­s en los acabados más deportivos de un Ford Focus o un Seat León, por ejemplo.

¿Y el precio? Pues juzga por ti mismo: un Ford Focus 1.0 125 MHEV ST-Line sale por 602 menos, pero un Peugeot € 308 GT PureTech 130 se va a 23.850 €, y un Seat Léon TSI 130 Xcellence (no hay FR con ese motor), a 24.780 €.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain