A FONDO VOLKSWAGEN TIGUAN 2.0 TDI 150 4MOTION
ESTÁ A MEDIO CAMINO ENTRE LOS SUV GRANDES Y LOS PEQUEÑOS, Y ENTRE LOS DEMARCA GENERA LISTA Y LOS P RE MI U M. ADEMÁS, LA VERSIÓN T DI 150 ES UNA DE LAS INTERMEDIAS DE LA GAMA. ¿ES ESTEVWTIGUAN EL SUV PERFECTO?
Probamos la versión más equilibrada del todocamino medio de VW. ¿Es el SUV perfecto?
El VW Tiguan es el SUV intermedio de Volkswagen. Se sitúa por encima de los T-Cross y T-Roc, y junto al Tiguan Allspace (su variante de siete plazas y 4,70 metros de largo), queda por debajo del lujoso y voluminoso Touareg.
El Tiguan nació en 2007 como la variante SUV del Golf, y su segunda generación apareció en 2016. El modelo que probamos aquí cuenta ya con el restyling que esa segunda generación recibió hace pocos meses, y que incluye algunos retoques estéticos (principalmente en la parrilla y en los paragolpes), mejoras en las posibilidades de equipamiento (como el Travel Assist, que por 240 euros combina el control de velocidad activo con el aviso de cambio de carril o el lector de señales para ayudar en la conducción; el resultado es mejorable) y una reestructuración de la gama donde destaca la aparición de una versión híbrida enchufable (eHybrid,de245CV)yotradeportiva denominada R con 320 CV.
Este Tiguan tiene una longitud de 4,51 metros de largo, un tamaño que le hace disponer de un interior bastante amplio y en el que destaca sobre todo la banqueta trasera corrediza, que le permite ofrecer entre 520 y 615 litros de maletero. El puesto de conducción ha cambiado notablemente, y eso que las formas del salpicadero se mantienen más o menos inalteradas. Sin embargo, la nueva pantalla, la instrumentación digital configurable y los botones táctiles de la parte inferior le dan un aspecto más moderno y tecnológico, aunque no por ello es más práctico ni funcional, más bien al contrario.
En cuanto al chasis, las diferencias son muy pequeñas. Tampoco necesitaba grandes cambios, porque el Tiguan anterior ya iba francamente bien. Es un coche cómodo, estable y muy sencillo de conducir, con una notable calidad de rodadura. Eso lo consigue gracias a que está bien insonorizado y a que la suspensión filtra muy bien las irregularidades del terreno.
No tiene un comportamiento deportivo ni es el SUV más ágil en curva, pero sus reacciones sí son muy nobles y transmite mucha confianza al conductor, pues la carrocería no balancea mucho más que la de un turismo convencional pese a su mayor altura (1,67 m). La dirección tiene un buen tacto en carretera y es precisa. Con todo, es ideal para viajar por autopista o por carreteras secundarias a ritmo normal, pero tampoco se siente a disgusto en ciudad, donde no se percibe como un modelo demasiado grande.
Un buen motor, pero...
Esta versión cuenta con el archiconocido motor 2.0 TDI de 150 CV. Es una cifra de potencia adecuada para este coche, pero no va sobrado. Primero, porque el peso del vehículo son unos considerables 1.715 kilos. Segundo, porque lleva tracción total, algo que puede venir muy bien para circular por pistas o terrenos resbaladizos pero que, en prestaciones, siempre supone cierto lastre. Y, por último, por el cambio automático. La caja DSG de doble embrague y siete velocidades sigue destacando por suavidad y por cambiar de marcha sin que se note nada, pero ya no es tan rápida como las primeras y, en fuertes aceleraciones, a veces parece un tanto perezosa, detalles que llevamos percibiendo desde hace tiempo en casi todos los modelos del Grupo VW que emplean estas cajas de cambio.
Con una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos y una respuesta del motor un tanto justa por debajo de 2.000 rpm, el Tiguan, como decíamos, va bien, pero no destaca por prestaciones. Algo parecido ocurre con el consumo; gastar entre 7 y 7,5 litros/100 km no está mal viendo sus características y está en línea con el de otros rivales de esa potencia, tracción total y también con cambio automático.
Ojo al precio
Respecto al precio, el Tiguan es un modelo más costoso que la media del segmento, pero esta versión R-Line es muy cara: vale 48.740 euros. Es cierto que lleva tracción total, cambio automático y está muy bien equipada de serie, sin embargo, también lo es que un Audi
Q3 40 TDI Quattro Aut. Advance con
190 CV sale por 48.340 euros, que un BMW X1 xDrive 25d Aut. de 231 CV cuesta 47.250 euros o que un Mercedes GLB 200d 4Matic (con los mismos
150 CV que el Tiguan) vale 45.775 euros.