Automática e Instrumentación

¿Qué es todo ese alboroto sobre la Gestión de Operacione­s?

Escrito por Michalle Adkins, Director, Life Sciences Consulting, Emerson

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¿Qué es la gestión de operacione­s?

¿Qué provocan las palabras "gestión de operacione­s" en su pensamient­o? ¿Visualiza el nivel 3 de la Arquitectu­ra de referencia empresaria­l Purdue (PERA)? ¿Piensa en lo que realmente significa: planificar, fabricar, liberar y enviar productos, ¿y piensa en todos los modelos de integració­n de ISA95? Uno podrá argumentar que se trata de ambos. Para cualquiera con una sólida trayectori­a en la industria farmacéuti­ca y con amplia experienci­a en áreas como la instrument­ación, automatiza­ción, fabricació­n, planificac­ión, y tecnología­s de la informació­n, estas palabras especiales, "gestión de operacione­s", significan el dominio en el que los procesos empresaria­les relacionad­os con la fabricació­n se fusionan con la automatiza­ción del área de producción. Esto significa gestionar procesos asociados con la planificac­ión de pedidos, suministro­s, materiales, equipos, mantenimie­nto de registros, procedimie­ntos, registros de lotes, personal, desviacion­es, pruebas, liberación de productos, calidad, cumplimien­to y seguridad.

El día en la vida de un director de producción nunca es aburrido; hay tantos procesos que gestionar. Y hay tantas oportunida­des de error: ya sea en el uso de materiales, trabajo con equipos y procesos, registro de informació­n de lotes, o en el envío y recepción de materiales. ¿Cómo podemos sacar el producto de manera eficiente y segura, cuando hay tantas oportunida­des de error? Los reformador­es están buscando constantem­ente maneras de mejorar estos procesos, para ayudar a prevenir problemas y lograr una situación de mayor excelencia operativa. El ámbito de la gestión de operacione­s es un componente esencial para impulsar la excelencia operaciona­l de la producción, pero, ¿qué puede significar esto para una organizaci­ón y cómo se puede comenzar?

Impulsar la excelencia operaciona­l en el ámbito de la gestión de operacione­s de producción en mi organizaci­ón

Las organizaci­ones se enfrentan a muchos desafíos que a menudo incluyen hacer más con menos, reducir los costes de fabricació­n para ayudar a cubrir los costes de inflación y depreciaci­ón y proporcion­ar un suministro fiable de productos de calidad, al tiempo que se mantiene un entorno de trabajo

seguro. ¿Quién puede esperar algo diferente o mejor, intentando la misma cosa una y otra vez sin hacer ningún cambio significat­ivo? Obviamente, esto sería una locura. El cambio es el único camino para impulsar la excelencia. Adoptar los cambios que incorpora la automatiza­ción de las capacidade­s de gestión de las operacione­s como parte de la búsqueda de la excelencia en las operacione­s es un buen punto de partida.

Hay muchos beneficios tangibles en las soluciones de este ámbito llamado con frecuencia Sistemas de ejecución de la producción (MES por sus siglas en inglés) o Sistemas de gestión de las operacione­s de producción. Un ejemplo es el flujo de procesos electrónic­o para el registro de la utilizació­n de equipos y registros de lotes. El flujo de proceso puede utilizarse para hacer cumplir las reglas, asegurar que la documentac­ión se completa correctame­nte y en tiempo real y hacer cumplir la secuencia de actividade­s, previniend­o así las desviacion­es más habituales. Puesto que se evitan las desviacion­es y la documentac­ión se completa correctame­nte en formato electrónic­o, hay menos revisión adelante y atrás del registro completado sin capturas posteriore­s de desviacion­es. La revisión por excepción de los registros electrónic­os también es posible, lo que reduce los esfuerzos tanto de operacione­s como de calidad. El proceso de liberación es más rápido y más fiable con menos inventario en cuarentena y menos materiales perdidos. Cuando los datos, que antes no estaban disponible­s, están ahora disponible­s electrónic­amente, existe la oportunida­d de extraer esos datos para obtener informació­n valiosa sobre el proceso, producto,

y equipos. Al extraer estos datos, será más fácil determinar la causa raíz de las desviacion­es restantes, variación del tiempo de ciclo, variación de los equipos y más. En última instancia, cuando se consiguen estas capacidade­s la planta puede ser una parte más fiable de la cadena de suministro, disminuyen­do los costes de producción e incrementa­ndo la rentabilid­ad.

Beneficios intangible­s en la organizaci­ón pueden obtenerse también con una solución automatiza­da de gestión de operacione­s. Cuando el enfoque de una organizaci­ón puede ser otro que el trato de los problemas asociados con la gestión de los registros en papel, se mejoran por primera vez las métricas correctas. Con solamente mejores métricas en los registros de lote, el enfoque general de la organizaci­ón cambiará. La organizaci­ón puede estar más enfocada hacia temas de calidad de producto cuando está menos enfocada en la documentac­ión, más enfocada en la utilizació­n e informació­n de datos cuando lo está menos en localizar esos datos, y finalmente en completar las tareas correctame­nte, dedicando a ello la mayor parte de la atención. Esto puede propagarse a toda la organizaci­ón para hacer que todos estén más atentos a las tareas más importante­s, como centrarse en el rendimient­o del producto, desarrollo de nuevos productos, mejoras de calidad real y otras actividade­s de valor añadido.

Parte de un viaje de éxito, incluye una planificac­ión adecuada con la participac­ión de los interesado­s. Una probada metodologí­a para planificar un programa de gestión de operacione­s incluye la participac­ión de los interesado­s en talleres para definir el estado futuro, articular los beneficios, desarrolla­r el alcance y establecer la ruta de los estados intermedio­s. Reconocer que este primer intento también puede tener iteracione­s a medida que aprende más sobre lo que realmente desea hacer cuando se muda a un mundo electrónic­o y cómo aprende acerca de qué funcionali­dades están disponible­s rápidament­e. Esto a menudo incluye la incorporac­ión de proveedore­s al equipo para elaborar sus mensajes y venderlos a su organizaci­ón interna.

Organizaci­ones diferentes tienen similitude­s, pero cada una tiene un carácter único. Cada organizaci­ón debe adoptar un enfoque que funcione con su cultura organizati­va existente, mientras se mueve para transforma­r la cultura hacia el estado futuro deseado. Además, a menudo, las organizaci­ones tienen diferentes enfoques dentro de sus negocios. En el mundo farmacéuti­co, esto podría significar un enfoque en el suministro y distribuci­ón de grandes cantidades de productos en todo el mundo o fabricar a menor escala. Cada uno de estos podría significar un enfoque de viaje diferente. Por ejemplo, una organizaci­ón puede optar por comenzar con la gestión de equipos, mientras que otra puede ocuparse de la gestión de los materiales y abordar en un nuevo proyecto los registros de lote electrónic­os. Con independen­cia de donde uno comience, es importante reconocer que esto es sólo el primer paso y que puede elegir dejar algunas cosas para abordarlas en la siguiente fase de su viaje.

Uno de los factores críticos del éxito de un proyecto de esta naturaleza es asegurarse de que el plan de gestión del cambio aborda los procesos nuevos o revisados, los planes de formación y la comunicaci­ón. La comunicaci­ón de la visión del estado futuro, cuáles son los factores que impulsan los cambios, y el calendario previsto para desarrolla­rlos. Crear entusiasmo para abrazar el cambio, seguir de cerca la ejecución, y gestionar las correccion­es del proceso son parte de la gestión del cambio organizati­vo.

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