SUV por principios, nos cuenta Lorenzo Alcocer
SUBARU XV 2.0I AWD LINEARTRONIC
PRECIO: Desde 26.200 €. A LA VENTA: Inmediata .MOTOR: Delantero longitudinal de 4 cilindros tipo Boxer. TRANSMISIÓN: Tracción integral permanente (60/40 %). CAMBIO automático tipo CVT con modo manual y 7 velocidades prefijadas. BASTIDOR: Suspensión delantera tipo McPherson y estructura posterior multibrazo. COTAS: Largo/ ancho/ alto: 4.465 / 1.800 / 1.615 mm. BATALLA: 2.665 mm. PESO: 1.439 kg. VELOCIDAD MÁXIMA: 194 km/h. ACELERACIÓN 0/100 KM/H: 10,4 seg. CONSUMO MEDIO: 6,9 l/100 km Siempre fiel a sus principios técnicos, donde la tracción integral es una característica intrínseca de los Subaru, como lo son sus motores Boxer de cilindros tumbados y opuestos, la segunda generación XV reclama su auténtico papel de SUV en una categoría popularizada por modelos 4x2. En cualquier caso, Subaru ha trabajado en el nuevo XV para mejorarlo y refinarlo como SUV familiar. El futuro de Subaru pasa por su nueva plataforma modular, sobre la que ya ha desarrollado el Impreza y el inédito Ascent, un inmenso SUV de 5 metros y 7 asientos destinado al mercado americano. Esto nos puede dar una idea de las ventajas que supone para el nuevo XV utilizar una plataforma (aunque adaptada a su tamaño) expuesta a mayores exigencias y esfuerzos. Subaru dice haber aumentado 1,7 veces la rigidez del nuevo XV, con lo que esto supone en la calidad de rodadura. También el nivel de ruidos y vibraciones (NVH) en el habitáculo se ha reducido considerablemente. La dirección es nueva, la estabilizadora posterior se ha reubicado por encima de la estructura multibrazo trasera... en fin, que el nuevo XV muestra una mejor calidad de rodadura y optimización de su comportamiento en asfalto. Subaru habla de una reducción del 50 por ciento del balanceo de la carrocería en curva y por tanto de una conducción más segura, menos física y más precisa con el volante en los giros y contra-giros. En asfalto tiene un tacto más de berlina, pero en campo posiblemente sea el SUV más capaz del segmento, con permiso del Jeep Compass Trailhawk.
En la nueva plataforma el motor Diesel no tiene cabida y la oferta mecánica se articula en dos opciones de gasolina atmosféricas: 1.6i de 114 CV y 2.0i de 156 CV, siempre ligadas a un cambio automático CVT. Ambos motores se sienten agradables y resolutivos en el uso normalizado, pero sin apreciarlos especialmente prestacionales, ahora que los motores turbo son el estándar de nuestros días. El cambio Lineatronic es muchísimo mejor de los que puedes esperar de un CVT. La electrónica ha hecho maravillas en este tipo de automatismos, como ya nos ha demostrado Nissan con su X-Tronic. En el Lineartronic de Subaru tienes la sensación de nulo o muy bajo resbalamiento a baja y media demanda de aceleración. Y si pisas más, la gestión electrónica simula cambios de marcha cuando el cuentavueltas se dispara. En vez de quedarse revolucionado el motor a un régimen fijo elevado, el tren de poleas de abre, baja el motor unas 1.000 rpm de golpe, y vuelve de nuevo a subir desde allí de régimen a medida que seguimos ganando aceleración, emulando el funcionamiento de un cambio con marchas.