EL TAPADO
NADIE CONTABA CON ÉL. ESTUVO A UN MINUTO DE NO PODER EMPEZAR LOS ENTRENAMIENTOS Y PARTÍA SEXTO EN LA PARRILLA DE SALIDA CON UN COCHE INFERIOR. PERO UN GOLPE DE EFECTO CON UN SAFETY CAR Y UNA ESTRATEGIA IMPECABLE, JUNTO CON UNA CONDUCCIÓN MAGISTRAL, HAN PE
Los nervios estaban a flor de piel. La calificación Q1 había comenzado. Y la actividad en el box de Red Bull era frenética. Todos los mecánicos estaban trabajando sobre el monoplaza de Ricciardo cambiándole el motor. En los últimos libres antes de la carrera le reventó la unidad de potencia al piloto australiano. Había que cambiar todo. Y no había tiempo. Estos motores son muy complejos y apenas quedaban tres horas para comenzar. Así que se pusieron todos los mecánicos del equipo, incluidos los del coche de Verstappen para intentar el milagro. Y éste se produjo. Cuando faltaban 3 minutos para terminar el Q1, el monoplaza de Ricciardo salía de su box como un rayo, dispuesto a hacer una sola vuelta que le permitiese entrar en la Q2. Y así lo hizo. Lo consiguió y, a pesar de no tener el motor puesto a punto como debiera, logró un meritorio 6º puesto en la Q3.
Nadie se pensaba entonces lo que sucedería en la carrera del domingo. Los favoritos eran otros. El primero Vettel que tenía la pole y había confirmado, junto con su compañero Raikkonen que le acompañaba en la primera línea, que los Ferrari ya están a la misma altura que Mercedes, incluso en calificación. El botón mágico (o “modo fiesta” como le llaman en el paddock) no es ya patrimonio exclusivo de los chicos de Brackley. En Maranello han hecho muy bien las cosas este invierno y su monoplaza es supercompetitivo. Por eso se las prometían muy felices después de venir de ganar las dos carreras anteriores.
Pero este año el juego de estrategias es definitivo. Entender los neumáticos no es nada fácil y está provocando muchos cambios de estrategia sobre la marcha. Y más si sale un safety car a pista. Aunque hay que decir que en este caso Vettel ya perdió el liderato por un error en su box parándole tarde y permitiendo que Bottas le hiciese un undercut. Parecía que el piloto alemán tenía controlada la carrera porque salió primero y se distanció unos segundos, pero el finlandés de Mercedes le “levantó la cartera” sin darse cuenta. Ya como segundo lo tenía más complicado.
Pero lo peor estaba por llegar. Porque un accidente entre compañeros de equipo como el de Toro Rosso provocó la salida del coche de seguridad, y solo los dos hombres de Red Bull entraron a cambiar gomas para poner las “blandas”. Ya previamente habían echo su primera parada, al igual que todos los demás, con la estrategia de montar “medios” y hasta el final. Pero en Red Bull fueron los únicos en arriesgarse a irse más atrás pero con gomas “blandas”. Estos neumáticos demostraron ser los más recomendables, porque los dos pilotos de Red Bull comenzaron a remontar de forma espectacular. Tan es así, que Verstappen se emocionó demasiado y se llevó por delante a Vettel. La fogosidad del piloto holandés le puede pasar factura si no se controla. Es puro talento y uno de los mejores pilotos del mundo pero no puede cometer esos errores.
Y el mejor ejemplo lo tiene en su compañero de equipo Ricciardo, que entonces iba detrás de él, pero fue adelantando con orden y sabiendo lo que hacía en todo momento, ya que todavía quedaban 20 vueltas para ir remontando. Porque no tenían rivales por delante que les pudiesen poner oposición, ya que todos iban con gomas “medias” que demostraron ser mucho peores.
En este baile de estrategias los dos españoles salieran favorecidos y pudieron acabar en posiciones de puntos, lo cual no estaba tan claro después de los entrenos.