Conclusion
Es un proyecto curioso, a medio camino entre el hito deportivo y el logro inútil, una hazaña muy exigente con un punto de insensatez que corresponde perfectamente a lo que suele representar un récord Guiness, mezcla de proeza y de espectáculo. Visto desde “dentro” todo el proyecto tiene aspecto de juego, la ocurrencia de tres pilotos que siguen considerando el automovilismo como una emocionante pasión y que han apostado por algo inusual que les divierte mucho. Y convencidos que pueden hacerlo, la idea se ha hecho muy seria y se ha convertido en reto, un récord que es un desafío estimulante a la vez porque no resulta fácil de conseguir y porque es un poco loco. Y esa lógica entronca perfectamente con la era de los récords de velocidad que nacieron con el automóvil a principios del siglo XX, plasmando la esencia del automovilismo que a menudo consiste simplemente en ser los primeros y los más rápidos…