El CAAR prevé mayor localización de componentes en España
El Clúster de Automoción de Aragón (CAAR) confía en un importante impacto tanto de la confirmación de la adjudicación del nuevo Corsa, que se empezará a fabricar en 2019, como de su versión eléctrica, que saldrá de las líneas de montaje de la planta de Opel (Grupo PSA) en Zaragoza. David Romeral, director gerente del CAAR, reitera la satisfacción del clúster por la producción de un modelo de gran volumen, “que representa en torno al 50% del volumen de la factoría de Figueruelas”. Romeral destaca el dato de que el Corsa representa en torno al 15% de la facturación de las 70 empresas que integran el CAAR, cifra que se eleva a un 30% si se habla del conjunto de la producción de Zaragoza. “El Corsa garantiza una producción estable hasta 2025-2026 y en el convenio firmado en la factoría se recalca el objetivo de alcanzar la plena capacidad de la planta. Hablaríamos de unas 480.000 unidades. Si se pasa de 15 a 18 turnos de producción, veríamos un impacto positivo en el empleo y en las ventas de los socios de CAAR. También habría una repercusión favorable para el conjunto de la industria proveedora de componentes en España”. El cálculo de inversiones por parte de la industria proveedora podría ascender a unos 120 millones de euros, en la línea de las realizadas cuando llegó el proyecto Opel Crossland/Citroën C3 Aircross. Respecto a la adjudicación del “primer vehículo eléctrico puro a la planta de Zaragoza”, David Romeral considera que “supone una excelente oportunidad para la industria de componentes en Aragón y en España. Un modelo eléctrico exige nuevos componentes y diferentes tecnologías, desde la ventaja de que, en este caso, se fabricará sobre la misma plataforma que un Corsa convencional”. El gerente del CAAR manifiesta que “aunque inicialmente se pudieran recibir determinados componentes, como sucedió con el Mokka que se fabricaba en Corea del Sur, pensamos que PSA tenderá a un mayor nivel de localización en Aragón, en el corredor del Ebro y en la península ibérica, dentro de su estructura regional de Polo Ibérico. El reto reside en dar respuesta a ese desafío, adquiriendo, quizá en algunos casos, las tecnologías necesarias. Por otro lado, el hecho de suministrar para un vehículo eléctrico puede dar lugar a la implantación de nuevas empresas en la región”.