Joseba Lekuonayaben
ARTISTA
La piedra forma parte del paisaje cultural vasco desde hace miles de años. Hoy, las formas primitivas de los dólmenes y crómlech conviven con la complejidad de los volúmenes pétreos trazados por Eduardo Chillida y Jorge Oteiza, figuras que marcaron un antes y un después en este campo.
Son bien pocos los creadores vascos contemporáneos que han seguido haciendo arte tomando la piedra como base, y aún menos quienes han logrado transmitir su sensibilidad a través de este material tan hosco. Joseba Lekuona Yaben es una excepción a la regla, ya que lleva 25 años centrado en el desarrollo artístico de la piedra.
Su hacer se basa en la estereotomía (el arte de cortar los materiales para su aplicación en la construcción o en las artes y oficios), en la experimentación con cortes cilíndricos, en la observación del comportamiento de la luz sobre la forma, y en la investigación del entorno geológico cercano.
Su bagaje a la hora de trabajar este material, le permite dominarlo, contorsionándolo hasta el extremo. El resultado son formas a priori impensables, talladas con una delicadeza extrema. aunque la mayoría de esculturas parten del mármol extraído de canteras vascas, Lekuona también hace uso de mármol de Carrara, piedra volcánica, caliza y basalto de otras regiones.
Tras exhibir sus esculturas en varias galerías de San Sebastián, y recientemente en una muestra individual en Pamplona, su creación más cotizada, Bipolar, ha pasado a estar expuesta en BASQUE LUXURY STUDIO. Se trata de una obra maestra conformada por dos piezas de mármol de Mutriku que originalmente eran un único cuerpo. Lekuona ha cortado la piedra en dos, confiriendo a cada parte un carácter complementario. La primera es curva y suave, siendo la personalidad amable. La segunda, en cambio, parece un trapecio desgarrado; una geometría llena de puntas y esquinas agresivas. Una junto a la otra conforman una personalidad única, bipolar y un tanto enfermiza, un reflejo, al fin y al cabo, del ser humano.
Esta terapia psicoanalítica aplicada a la roca nos confirma no sólo que hay una continuidad en el uso de este material como fundamento de la cultura, sino que además, dentro de miles de años, admirarán la belleza de las formas de esta escultura entendiendo la complejidad de la raza humana de nuestra era.