EAU DE ROCHAS
Escapade Estivale
EL CLÁSICO DEL VERANO
Es una cita imprescindible, una historia de vacaciones, de familia, quizás incluso de amor. Eau de Rochas es el perfume por excelencia del verano, de la serenidad, la estela de una elegancia bajo el sol despreocupada que se envuelve de frescor. Varias generaciones se han sumergido en ella con ilusión e, incluso hoy en día, esta agua fresca atemporal sigue siendo sinónimo de felicidad y de libertad.
Eau de Rochas se ha convertido en un clásico, en un icono eterno. Con el paso del tiempo, ha dado lugar a nuevas partituras, interpretaciones radiantes con tonalidades de Eau Fraîche y Eau Sensuelle y, el año pasado, una primera creación soleada: Escapade en Méditerranée. Ya es una cita anual ineludible. ¿Y qué mejor época que el verano para reencontrarse con esta cascada de frescor que parece brotar de una roca?
SALIDA. Naranja y manzana verde.
CORAZÓN. Flor de azahar y esencia de menta. FONDO. Cedro, ámbar y almizcles blancos.
UNA ESCAPADA ESTIVAL
Escapade Estivale... Un nombre encantador que discurre en el marco de la costa irregular y salvaje de una isla italiana, en una ensenada bordeada de pinos. El agua ondula apaciblemente y la ligera brisa esboza en ella pequeñas olas que rompen contra las rocas con un susurro. En esas maravillosas horas en las que sólo se oye la melodía de los grillos y el sol se confunde con la espuma liviana del agua que acaricia la arena. Sólo una sombrilla proyecta su deliciosa sombra frente al cenit. “Quise que esta fragancia nos sumergiese en una sensación de absoluta quietud, como un dulce día de verano”, explica el perfumista Michel Almairac. Contraste entre el aire cálido y un chapuzón refrescante, Eau de Rochas Escapade Estivale chispea como una limonada de cidra y naranja, mordida por una manzana verde crujiente. Entre el sol y la sombra, el azahar, la flor simbólica de las aguas frescas, estalla como un rayo de luz. En el corazón de la fragancia, sus pétalos blancos se estremecen sobre un lecho de esencia de menta. “Paseando tranquilamente por la playa al final de la tarde, la arena fina y tibia bajo los pies nos calienta el corazón y el espíritu tal y como lo hace el dulce fondo amaderado ambarino de este perfume”, continúa explicando Michel Almairac, que ha aportado al cedro y al ámbar la ternura y la generosidad de los almizcles blancos.
La fragancia suena como la quintaesencia del verano, combinando la caricia del sol con la dulzura de la sombra de una sombrilla. Un equilibrio perfecto que hace vibrar con suavidad el hueco de un cuello, el nacimiento de un escote, un mechón que se ha escapado de un moño alborotado.
EL DISEÑO
El frasco de Eau de Rochas se reconoce inmediatamente: cincelados en el vidrio crepitante, sus líneas rectas y su tapón redondo no han cambiado, pero ahora su tonalidad se funde en un degradado de menta helada. Rodeado por una cinta blanca adornada con un ribete de color amarillo solar, está albergado en un estuche de espíritu veraniego: sombrillas de tonos pastel y acidulados se alinean sobre un fondo verde luminoso y alegre. El universo del mar y sus playas, la piel dorada calentada por el sol, el verano y su dulce indolencia... Eau de Rochas Escapade Estivale continúa la hermosa historia de una fragancia mítica, imbuida como siempre de alegría de vivir, elegancia y libertad.