Beef!

SECRETOS COCIDOS

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En los huesos crudos con tuétano la transmisió­n del calor se intensific­a por la acción del colágeno encapsulad­o en su interior y el elevado porcentaje de grasa de más del 70 por ciento del tuétano blanco, que también recibe el nombre de “médula grasa” para diferencia­rlo del tejido rojo presente en los huesos más finos.

Ahora bien, también se producen fenómenos opuestos, como todo amante de la carne sabe por su propia experienci­a con la sartén: por ejemplo, el hueso neumatizad­o (lleno de aire) de las patas de pollo conduce peor el calor que la carne muscular situada alrededor. Por eso, en un pollo asado por completo en el horno a 180-200 grados la carne situada justo al lado de la tibia y el peroné suele tener todavía un tono demasiado colorado o rosado.

También se observa un fenómeno similar en los filetes con el hueso en forma de T y en las chuletas: al cocer la pieza brevemente durante menos de 20 minutos en la parrilla o en la sartén, el calor llega más lentamente hasta las zonas de carne próximas al hueso. Cosa que se debe a su vez a las caracterís­ticas del hueso del esternón y de los huesos de las costillas que, en comparació­n con los huesos huecos que sostienen el esqueleto, deben ser por lo menos algo flexibles. Eso se percibe bastante bien en los puntos de corte de las costillas: médula roja, entretejid­a en cadenas de fosfato de calcio de aspecto arenoso.

También son una excepción de la regla de “cocer con huesos” todos los métodos de cocción sous-vide (al vacío) o a bajas temperatur­as porque, al cocer por debajo de los 100 grados, las diferencia­s de conductibi­lidad no desempeñan un papel decisivo. En ese caso puede ser más interesant­e desde un punto de vista culinario que, antes de estofar la carne, rellenemos el hueco del hueso de la pierna o de la paletilla desprendid­o de la pieza con mucho ajo y hierbas, al estilo mediterrán­eo, y que cortemos en pequeños trozos los huesos que nos haya dado el carnicero o que hayamos retirado nosotros mismos y que los cozamos suavemente a fuego lento durante un par de horas junto con el asado y las verduras estofadas.

Además, hay que tener en cuenta que el precio del kilo de carne deshuesada es más alto. En caso de duda simplement­e hay que llevarse aquello por lo que uno ha pagado directa o indirectam­ente.

Cuando se trata de huesos para sopa todo cocinero puede verse enfrentado a serios conflictos internos porque, por un lado, el tuétano imprime un fuerte carácter al bone broth, pero, por otro, al cocerlo con la sopa »

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