DESTINO MALLORCA
El hotelero Pau Guardans estrena su primer hotel en el campo. Una propuesta para los amantes del buen comer y la vida sana que va más allá de vender camas. Aquí nuestro nuevo refugio favorito para afrontar el otoño. No faltan chimeneas ni manta.
Una escapada es justo lo que necesitas para coger fuerzas y volver más activo y feliz que nunca a la rutina. Esta es nuestra propuesta.
Finca Serena es el último proyecto hotelero de Pau Guardans (Único Hoteles). Conocido por sus hoteles urbanos (Grand Hotel Central en Barcelona y Hotel Único y The Principal Madrid, ambos en Madrid) salta a las Baleares en su primer proyecto “de campo” (ya ultiman la apertura de un segundo en Mallorca) entre jacarandas y lavandas. “La finca y su edificio principal tiene sus orígenes en el siglo XIII, explica Guardans. El lugar se ha transformado creando un diálogo entre pasado y presente. Sus visitantes descubrirán una apuesta por la tierra y el Mediterráneo que nos rodea. Un concepto de lujo exclusivo y genuino”. Estas 40 hectáreas entre antiguos cipreses y pinos no solo albergan un hotel
boutique de 25 habitaciones con un pequeño pero completo spa. También un compendio foodie de productos, ingredientes y una cocina sencilla con pocos artificios que es reflejo de la filosofía del hotel. “Para que la experiencia fuera auténtica, la propuesta gastronómica debía responder a lo que queremos transmitir: productos de calidad, elaboración óptima, sana y con pocas sofisticaciones, desayunos caseros…”, relata. De sus olivos (casi 900) se produce el aceite de la finca, con sus limones y frutales varios se hacen postres, aliños, guarniciones… y con las incipientes vides (a las que se han dedicado 10 hectáreas) se hará en un futuro próximo el vino de la casa. La propiedad propone varias rutas por la finca en donde ver que todo esto es real y no solo una pose de hotel wellness y eco. De su huerta se surte la chef Celia Martín Nieto para elaborar “menús del día” en los que no falta la carne pero tampoco las propuestas veganas y vegetarianas. Tres opciones de primero y tres de segundo (en comidas y cenas) que se nutren de lo que ofrece su entorno, los proveedores locales de confianza y los mercados locales. Algunas de las habitaciones y suites cuentan con terrazas, porches y jardín propio. Todas son diferentes y componen una oda a la simplicidad contemporánea con sutiles notas de rusticidad y estilo balear. El hotel cuenta con dos piscinas (exterior e interior), gimnasio, bicicletas eléctricas, tienda de ropa y accesorios y un sinfín de propuestas y actividades. En el Pla de Mallorca, a 20 minutos de las mejores playas y a otros 20 del aeropuerto de Palma.