ME LLAMAN DON JULIO
Además de ser una mítica marca, Don Julio es sobre todo una persona, una institución y una buena parte de la historia del tequila. Descubrimos su increíble biografía, su legado y catamos su último lanzamiento: Don Julio 70.
Las semillas de la pasión de Don Julio por el tequila se siembran en Los Altos (Jalisco) donde nació. La muerte de su padre, con solo 15 años, le obligó a hacerse responsable de una familia de ocho hermanos. Conseguía alimentarlos trabajando en una destilería local, distribuyendo tequila a caballo y viajando muchos kilómetros al día para ganar nueve pesos al mes. Fue durante esos años cuando comenzó su amor por la bebida nacional de México. Siempre con sed de conocimiento, lo aprendió todo sobre el antiguo arte de hacer vino mezcal. Se dio cuenta de que Los Altos (y sus minerales suelos rojos) reunían las condiciones óptimas para el cultivo de las mejores plantas de agave azul. También aprendió distintas maneras de cultivarlas, recolectarlas, cocinarlas y destilarlas en alambiques para conseguir distintos aromas y cualidades. Lleno de ambición, con solo 17 años, quiso abrir su propia destilería. Pidió un préstamo a un empresario local para hacer realidad su sueño. En 1942 abre la destilería La Primavera.
DON JULIO 2020
Los valores de la empresa siguen intactos a día de hoy. Ética, humildad, integridad, innovación y dedicación artesana. Además Don Julio fue un pionero en avances que hoy son estándares para muchos. Ahora el maestro destilador y embajador de la marca Enrique de Colsa recoge el testigo. “Llevo más de 20 años aquí, explica a BEEF!. He aprendido mucho de Don Julio. Él consiguió elevar a premium una bebida que solo se tomaba en fiestas populares. Hoy compite con los mejores espirituosos y se consume sorbo a sorbo maridándolo con cocinas de todo el mundo o siendo utilizado por los mejores cocteleros”. Un buen ejemplo es su última creación: Don Julio 70. “Es el primer tequila añejo cristalino. Por un lado es fuerte, alcohólico, cítrico y herbal en boca, pero por otro, en la garganta, es suave, acaramelado y aromático”, concluye.