FOX LIVE VALVE
USAR EL LIVE VALVE DE FOX ES BIEN FÁCIL. UN SIMPLE BOTÓN, Y TENDRÁS A TU DISPOSICIÓN TODO EL DESARROLLO ELECTRÓNICO DE LA MARCA LÍDER EN SUSPENSIONES DURANTE LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS.
La inteligencia llega a las suspensiones Fox a través de su nuevo concepto electrónico.
CASI TODO EL MUNDO HA OÍDO HABLAR DEL LIVE VALVE, LA NUEVA TECNOLOGÍA ELECTRÓNICA DE FOX RACING SHOX EN SUSPENSIONES. Pero realmente muy poca gente ha podido probar con tiempo el avance más significativo en cuanto a suspensiones en la historia del Mountain Bike. Fox convocó a la prensa en Carolina del Norte, en una de sus sedes, para explicarnos, poder ver, tocar y montar, con un desarrollo que les ha llevado cinco años de trabajo y que será una realidad en 2019. El sistema se venderá en un selecto grupo de marcas que han preparado sus cuadros para acoger los acelerómetros o sensores que dan vida al Live Valve. Giant, Pivot y Scott venderán modelos completos con la tecnología Live Valve, y además Niner, Pivot y Rocky Mountain tendrán kit de cuadros para este sistema. La nueva tecnología Live Valve tiene un rango de aplicación tan grande, que va a estar disponible con horquillas 32 Step Cast, 34, 34 Step Cast y 36. Es decir, estamos ante una aportación técnica aplicable a bicis de Rally, Trail/All Mountain e incluso Enduro. Aunque no tenemos los precios definidos, en USA se aproxima a unos 3.250 dólares donde se incluye amortiguador, horquilla y todo el sistema electrónico. Este será el precio que los fabricantes tendrían que incrementar para sus modelos montados con Live Valve, aunque luego está en función de cada marca, ajustar el precio final del producto.
RÁPIDO, MUY RÁPIDO
Tras años de investigación y usar el mismo sistema en vehículos de mayor envergadura, ya que Fox lo utiliza en algunos 4X4 y en
los populares sidebyside, ahora le ha llegado el turno al Mountain Bike, con sus ventajas y complicaciones. Ventajas porque con una MTB teóricamente vas más despacio, y complicaciones porque no es fácil reducir al pequeño tamaño (6x4 cm la batería con el microprocesador y 6x8 cm el armazón donde se ubica la válvula electromagnética que da “vida” al sistema), para que pase desapercibido en una MTB tradicional. Y otro punto importante a considerar siempre en nuestro mundo, el peso: 176 gramos pesa la batería de Ion Litio con el sistema de anclaje y sistema electrónico. Un peso ridículo si lo comparamos con lo que nos ofrece el Live Valve
¿CÓMO FUNCIONA Y QUÉ HACE?
La primera frase al presentarnos el producto por parte de los ingenieros de Fox Racing Shox fue la siguiente: “El sistema es complejo, ha llevado muchos años de trabajo, pero lo que consigue para usuario es sencillo, fácil de usar. Nunca más harás una bajada sin haber desbloqueado la suspensión, porque directa-
OLVÍDATE DE MANDOS Y BLOQUEOS, ESTO ES OTRA DIMENSIÓN EN SUSPENSIONES
mente no hay mandos, el sistema lo hace todo por ti”, nos comentaba Mark Jordan, responsable de Marketing Global de Fox. Los sensores que van colocados en el puente de la horquilla por su parte posterior y junto al eje de la rueda trasera en la parte izquierda, “leen” el terreno 1.000 veces por segundo, transmitiendo la información a la Live Valve que es la que abre o cierra el paso de aceite a través de una electroválvula situada en la cabeza del amortiguador. Esta información se procesa en 3 milisegundos, es decir, unas 100 veces más rápido de lo que tarda un humano en pestañear, con lo que el sistema actúa antes de que nosotros sintamos el o los baches. El sistema además cuenta con unos algoritmos que detectan si nos encontramos subiendo, llaneando o en bajada, para adaptarse de la mejor manera posible al terreno. Es decir, el sistema realiza 1.000 veces por segundo lo que está ocurriendo, constantemente mientras permanece conectado. Todo el sistema va cableado, quizás lo menos atractivo del mismo, de los sensores al “cerebro” situado junto al amortiguador y en el caso de la horquilla otro cable hasta la botella derecha.
¿AJUSTES?
Para los asustadizos con las nuevas tecnologías... ¡tranquilidad! Ajustar una bici con Live Valve se hace exactamente igual que en una bici tradicional, en lo básico. Metes la presión correspondiente a tu peso y la bici funciona igual que si no llevará Live Valve, de hecho, puedes usar la bici con el sistema apagado (lo cual es una buena manera de comprobar luego lo eficiente y sorprendente que es el sistema). La única diferencia es un pequeño tornillo de 3 mm Allen situado en la parte superior de la barra derecha de la horquilla y en el amorti-
EL FOX LIVE VALVE ES TAN ÚTIL SUBIENDO COMO BAJANDO
guador, que actúa sobre la compresión de las suspensiones. A partir de aquí entraría el Live Valve en juego, con sus 5 posiciones, que permiten una firmeza menor o mayor de la suspensión en una escala del 1 al 5.
JUGAR EN CASA
Después de montar durante dos días en las montañas cercanas a Asheville en Carolina del Norte, hemos tenido la suerte de poder disponer de una Pivot Mach 5.5 con el sistema instalado para poder utilizarlo en los lugares habituales por donde montamos, y así poder sacar más conclusiones de las que descubrimos junto con el staff de Fox en USA. La primera sensación que te llevas con el Live Valve es cómo la electrónica puede hacer todo eso tan velozmente y al mismo tiempo tan inteligentemente, y es que, además de la rapidez de respuesta, la bici “entiende” cuando vas bajando, y por tanto, la válvula abre una sola vez y se mantiene así durante el descenso (con el consiguiente ahorro de energía que ya es de por sí reducidísimo), y de la misma manera, en pista llana puedes comprobar la firmeza del sistema si optas (por lo que hemos probado con nuestros ajustes) en los dos modos superiores (4 y 5).
La posibilidad de que la bici interactúe de manera tan veloz y con tanta precisión es algo a lo que es fácil acostumbrarse, lo difícil será ahora volver a los mandos de bloqueo... Con el Live Valve las suspensiones entran en otra dimensión y por primera vez, junto con el primer cambio electrónico de carretera, estamos ante una aportación tecnológica electrónica que ha llegado para cambiar el futuro de nuestro deporte, aunque de momento sea a un precio galáctico.