SILLÍN PROLOGÓ NAGO EVO X10 AIRING NACK
>>El contacto del ciclista con la bici se reduce a tres puntos: manos (influyen guantes/manillar), pies (influyen zapatillas y calcetines/pedales) y tronco (influyen culote y sillín). Aunque los tres pueden dar problemas, el más crítico, sin duda es el último, sobre todo en los inicios de todo ciclista y cuando alargamos las salidas. Hoy traemos uno de los modelos importantes en la gama de Prologò, una de las marcas que mayor gama tiene. El Nago Evo X10 es un sillín de medidas medias, por decirlo así, ya que es de una anchura intermedia y una longitud (275x135 mm.) también dentro de los parámetros que podemos considerar estándar. Esto hace que se adapte a una mayor cantidad de ciclistas, no siendo por tanto un producto específico para un ciclista concreto (muy fino o muy ancho…). En cuanto al diseño general, ha sido orientado y desarrollado para una mejor adaptación a bicis Trail, con recorridos de 110-150 mm de recorrido de suspensión. Como suele ser habitual en la marca (salvo modelos concretos), cuenta con un almohadillado generoso, lo que amplifica su comodidad (dada en primera medida, por su forma). Sobre éste, cuenta con el llamado CPC AIRING que, colocado en lugares estratégicos, aporta un extra de absorción y adherencia. Es un nanopolímero 3D, con aplicaciones militares y en F1 en guantes y asientos. Reduce las vibraciones (absorbiéndolas) y facilita mantener la posición en el sillín, al no resbalar sobre él. Según el fabricante, esta versión (Airing) mejora la ventilación un 10% y la absorción un 15%, respecto a la versión de CPC estándar. Los raíles son ovalados, de carbono Nack (fibra de carbono reforzado con filamentos de Kevlar y aluminio), obteniendo mayor resistencia que con fibra de carbono únicamente. Importante tener en cuenta que no todas las tijas admiten el uso de raíles ovalados). A destacar, que el rango que nos deja desplazar el sillín hacia adelante o atrás, es mayor de lo normal, por las formas más cuadradas del raíl en la parte trasera. El armazón del sillín está realizado de carbono inyectado, dando una buena rigidez y solidez al conjunto.
Hay que comentar que nos ha resultado bastante cómodo, aguantando tiradas de cerca de diez horas sin crear ningún problema de incomodidad ni puntos de presión que puedan producir molestias. Tampoco ha aparecido ningún atisbo de adormecimiento durante la prueba. El rebaje y forma plana de la punta contribuyen a ello. Durante la prueba, lo he alternado con otros sillines, tanto con almohadillado, como con la fibra “al aire” y el factor de adherencia del CPC se nota de manera ostensible, haciendo que no resbalemos sobre el sillín, ni en condiciones de lluvia. Incluso con la punta delantera muy baja (sin llegar a extremos como la posición de Kulhavy), se mantenía notablemente la adherencia.
El único “pero” que se le puede poner (además de un desembolso muy alto) es el peso. No creo que sea determinante, pero los “buscadores del gramo” pueden encontrar un inconveniente sus 223 gramos.