MERIDA 2019:
EL MOUNTAIN BIKE HA CAMBIADO MUCHO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS Y LO QUE CONSIDERAMOS MTB EN LA ACTUALIDAD YA NO SE PUEDE REDUCIR A DOS PALABRAS, SINO A VARIOS MODALIDADES INTRÍNSECAS Y MODOS DE DISFRUTAR DE LAS BICIS. Con eso en mente, las marcas han aprovechado para inplementar gamas diferentes, con recorridos adecuados, geometrías específicas y compromisos entre confort, prestaciones y peso.
Merida es de las primeras marcas que entendieron este espectro de utilización de la bici y tiene bicis para todos los gustos del usuario, siendo la One Twenty una de las punteras en el mercado.
UN POCO DE HISTORIA
En 2009, la primera versión obedecía a lo que era el Mountain Bike de esos tiempos, con una utilización mixta entre el Maratón más agresivo (por eso tenía una potencia larga) y con un pie en el Trail y All Mountain. El año siguiente la marca presentó la versión de carbono. 2011 fue el salto, con una bici aún más ligera y eficaz en los senderos y sólo en 2014 fue modificada la bieleta, adoptando la bici una geometría más agresiva, denotando su genética real: puro Trail. Con los cambios en los tamaños de las ruedas, 2015 fue un año en que finalmente Merida presentaba su modelo estrella en carbono con 29 pulgadas.
UNA BICI, TODA LA MONTAÑA
La nueva One Twenty (con 130 mm de recorrido delante y 120 atrás) es más estilizada, con los genes de sus hermanas Ninety Six, One Forty y One Sixty. Eso se nota en el cuadro, en el sistema de amortiguación, en la geometría y, claro, en su comportamiento. En los cánones actuales, una bici de Trail debe ser rápida, fácil de maniobrar, compacta y suficientemente ligera para permitirnos subir las montañas para después disfrutar de los descensos en toda su plenitud.
En su geometría se destaca la reducción del ángulo de dirección que ha pasado de 69 a 67,3º, primordiando sus capacidades en los descensos técnicos. Además, las vainas son más cortas (10 mm) permitiendo más disfrute en zonas técnicas o curvas muy cerradas, y también
añadiendo algo de agilidad y mostrándose más capaz en las subidas. Otro detalle igualmente importante es el standover bajo, que proporciona más confianza en rocas, raíces y tramos complicados para que no perdamos velocidad.
Tal como es norma en bicis de este tipo, la One Twenty está optimizada para transmisiones 1x y todas las bicis que probamos tenían platos de 32 dientes y predominaban grupos SRAM. Un detalle importante son los tirantes sobredimensionados. Toda la parte trasera tiene tubos ondulados (para mayor rigidez) y con espacio de sobra para neumáticos generosos (2,35” tenían las bicis de prueba). La bieleta continúa siendo en aluminio (la marca opina
que una bieleta de carbono no implica mejoras destacables), siendo los rodamientos sobredimensionados, incrementando la durabilidad, al mismo tiempo que aumentan los intervalos de mantenimiento.
BICIS DISPONIBLES
Merida tiene disponible uno de los mejores carbonos del mercado y a la venta estará la One Twenty con el CF4, el carbono premium. En terminos de peso, esta versión es 400g más ligera que la One Twenty anterior, siendo también más rígida. También habrá una versión con el carbono CF3 y otra totalmente en aluminio.
Por ejemplo, el modelo 9000 (el tope de gama) con el carbono CF4, viene equipado con el nuevo Shimano XTR 1x12 y un casete 10-51, suspensión Fox Factory 34 Float SC y amortiguador personalizable, ruedas DT Swiss XCM 1200 Carbon con 30 mm internos, tija telescópica KS con control remoto (con 150 mm en las versiones M y mayores o 125 mm en talla S). Esta bici está orientada para largas distancias. Por su lado, el modelo de entrada de gama - el 400 - es en aluminio y incorpora una transmisión Shimano 1x11 SLX con un casete 11-46, estando disponible en 27,5 y en 29”. Los frenos y los bujes son de Shimano y en los periféricos utiliza un amortiguador Suntour custom, además de neumáticos Maxxis Forekaster.
ZONAS CON PIEDRA O RAÍCES NO SON PROBLEMA PARA LA ONE TWENTY
PRIMERAS SENSACIONES
Por supuesto, una cosa es la teoría, pero ¿como es en la práctica? A pesar de que sólo hemos probado la bici un día, ya tenemos las primeras conclusiones. Es una bici muy estable, sin duda, a consecuencia del triángulo trasero corto y del cambio en el ángulo de dirección. Las ruedas largas, con sus 30 mm y los neumáticos Maxxis, ayudan a darnos aquel “feeling” de que estamos en un “caballo” fiable, con el que te puedes meter en rocas, raíces y descensos complicados, ya que la bici perdona un error de trazada o una escapada del sendero. Es en tramos rápidos donde se siente en su terreno, pero en otros en que normalmente nos quedaríamos más precavidos, con dificultad elevada, también está a gusto con sus 130 mm de recorrido en la delantera y 120 en la trasera que más se asemejan a 140, en realidad.
Un detalle es que hay que tener cuidado con el portabidón, ya que por dos veces la botella de agua nos tocó con el amortiguador. Otro detalle es que en remontes largos sería bueno tener posibilidad de bloquear la suspensión. Es algo que alguna competidora ya lo tiene y que en rutas largas en la montaña puede significar la diferencia. Sin embargo aún necesitamos probarla un poco más, para conocer esta bici en profundidad.
“LA ONE TWENTY EVOLUCIONÓ MUCHO Y MERIDA TIENE SIEMPRE SOLUCIONES ”