AL VOLANTE DE LO ÚLTIMO.
La cuarta generación del Scénic pierde algo de funcionalidad monovolumen a cambio de un atractivo guiño SUV, todo ello con unas preciosas e inmensas llantas de 20 pulgadas de serie y una importante mejora en acabados y equipamiento
Conducimos propuestas tan diferentes como los Renault Scénic, Audi TT RS, Audi R8 Spyder, Mercedes Clase E Estate y su variante deportiva E 43 AMG, Mazda6 y los todocaminos Suzuki S-Cross y Opel Mokka X.
El Renault Scénic es uno de esos coches a los que habría que hablar de usted. Cuando llegó al mercado en 1997 inició el segmento de los monovolúmenes compactos, uno de los más importantes en la actualidad pese a que está siendo desplazado por los SUV. Precisamente por ello, en Renault han intentado adoptar cierta identidad estética de 4x4 en su imagen, a costa incluso de algunas concesiones a la habitabilidad, una de sus principales cualidades.
En el exterior nos llama la atención su atractiva estampa, parece casi un prototipo, con unas inmensas llantas de serie en media de 20 pulgadas que serán las únicas que pueda tener. De hecho, Renault ha firmado un acuerdo con Michelin, Continental y Goodyear para que el precio de cada goma en concesionario sea el equivalente a una de 17 pulgadas –unos 120 euros–.
Pese a haber crecido ligeramente en todas sus cotas, incluso la distancia entre ejes, lo cierto es que el interior es ligeramente menos funcional que el de su predecesor, pues pierde elementos como la banqueta trasera con tres butacas individuales a cambio de un banco tradicional con partición 2/3-1/3. Éste es deslizante para ganar espacio de carga o para los pasajeros.
Mejor terminado
En materia de acabados el interior pertenece a una nueva generación dentro de la marca, con unos materiales extremadamente agradables y resistentes, pero sin perder la funcionalidad. Tampoco olvidemos el sistema MultiSense que nos permite elegir
entre varios ambientes que afectan a la iluminación interior y a elementos mecánicos como motor y dirección. Lo que no perdemos es una ápice de funcionalidad, con más de 13 guanteras interiores, incluido un gran módulo deslizante entre los pasajeros delanteros que, en conjunto, configuran 63 litros portaobjetos.
Finura mecánica
En carretera el comportamiento ha mejorado mucho. El conductor vuelve a recuperar protagonismo al ganar en precisión de guiado y agilidad sin perder en comodidad, uno de los compromisos más difíciles de alcanzar en este tipo de vehículos. Es aquí donde entran en juego los inmensos neumáticos –195 55 R20–, principales responsables de este comportamiento según los responsables de desarrollo de la firma.
La gama de motores es amplia y más que recomendable, con dos gasolina de bajo consumo que ganan terreno cada día. En breve llega además un Diesel de 160 caballos así como una variante híbrida del Diesel 110 caballos que cuenta con asistencia eléctrica de 1,5 kilográmetros de par y que permite gastar un 10% menos; lo condujimos durante la presentación sin encontrar demasiado beneficio a su complejidad técnica.