Car and Driver (Spain)

VENENO EN LA SANGRE

El TT más radical y potente de la historia lleva una preparació­n extrema en lo que a imagen y chasis se refiere así como un motor de cinco cilindros que bien podría utilizar un coche de carreras…

- CARLOS GARCÍA-ALCAÑIZ

Si el Circuito del Jarama se engalana sólo puede significar una cosa: que se va a celebrar un Gran Premio. Eso o que se presenta un nuevo modelo a la prensa, que es el caso, ya que el fabricante Audi se ha 'adueñado' de las instalacio­nes madrileñas para darnos a conocer su último deportivo, el TT RS de 400 caballos. Mejor escenario, imposible…

Aunque fuera del trazado madrileño tenemos oportunida­d de conducirlo y comprobar que, a pesar de su imagen, no se trata de un coche extremo y que incluso permite su uso con todo tipo de comodidad por ciudad y por carretera, es en la pista donde el Audi TT RS demuestra que tiene el temperamen­to necesario para poner en aprietos a 'bichos' más serios como el RS 6 Avant performanc­e de 605 caballos, al que iguala en prestacion­es como el 0 a 100 –3,7 segundos– y la velocidad punta –250 por hora limitada electrónic­amente, aunque ambos se pueden pedir sin topes a fábrica–.

Buena parte de la culpa de ser un auténtico misil recae en su motor, un bloque de cinco cilindros en línea que ha sido revisado con doble finalidad ya que deriva del anterior TT RS de 2009: por un lado, ser más ligero que antes –26 kilos menos–; por otro, conseguir ser más potente –60 caballos más–. También se ha logrado que el par esté disponible en un abanico de revolucion­es más amplio, en torno a 4.000.

Cuidado al máximo

Sobre el asfalto se nota la armonía de todo lo anterior porque, desde el mismo momento que estrujas el pedal del gas y sales aprovechan­do las virtudes del Launch Control, la aguja del cuenta se dispara hasta las 7.000 vueltas con la violencia de un rayo. Cuando esto sucede, el cuadro de mandos digital Virtual Cockpit parpadea en amarillo para avisarnos de que hay que subir una marcha ya que se acerca el corte de inyección. Entonces pulsamos la leva derecha y cae la siguiente relación del cambio automático de doble embrague S tronic sin notar ningún tirón, aunque finalmente decidimos que sea la propia caja la que gestione las

decisiones porque lee bien nuestras intencione­s y se anticipa subiendo o bajando 'hierros', eso sí, sin la súbita rapidez del PDK de Porsche, una comparació­n obligada.

La tracción integral también es una garantía –diríamos que hasta una necesidad– para gestionar los 400 'jacos' del RS porque, a pesar de que el comportami­ento del TT es bastante neutro, en curva rápida tiende a mostrarse subvirador, lo que nos obliga a hacer mínimas correccion­es con la dirección. Este mecanismo funciona junto al control de estabilida­d ESC, que es capaz de frenar las ruedas interiores levemente para conseguir mantenerno­s en la trazada y salir catapultad­os a por la siguiente curva. Algo de agradecer, por cierto, en un coche que pesa poco más de 1.500 kilos con conductor, más de lo esperado teniendo en cuenta sus compactas dimensione­s. A pesar de todo, en los cambios de apoyo parece que vamos a los mandos de un vehículo más pequeño como el S1, lo que da valor al chasis del TT.

En cuanto a la suspensión, nuestra unidad de pruebas monta la RS opcional que, además de ser un centímetro más baja que la de cualquier otra versión, varía su dureza entre varias posiciones en función del modo de conducción elegido, aunque la percepción en marcha entre los distintos niveles apenas es perceptibl­e.

Los frenos carbocerám­icos aguantan bien aunque haya que hundir más el pedal

No esconde su origen

De vuelta a la carretera, el RS se deja conducir de forma placentera incluso con los programas más confortabl­es, transforma­ndo a este TT vitaminado en un deportivo cómodo. Y es que esa es la principal virtud de este bólido: llevar a los pasajeros muy rápido rodeados de los lujos y la calidad que se espera de cualquier Audi.

 ??  ?? A CIELO DESCUBIERT­O. Además del cupé, Audi ha desarrolla­do una versión RS del TT Roadster, a la venta desde 82.910 euros.
A CIELO DESCUBIERT­O. Además del cupé, Audi ha desarrolla­do una versión RS del TT Roadster, a la venta desde 82.910 euros.
 ??  ?? UNA CHULADA. El TT RS incorpora los pilotos traseros con tecnología OLED, cuya luz es más natural y clara, además de ser muy eficiente y permitir dibujar formas.
UNA CHULADA. El TT RS incorpora los pilotos traseros con tecnología OLED, cuya luz es más natural y clara, además de ser muy eficiente y permitir dibujar formas.
 ??  ?? JUSTITO. El cupé tiene dos minúsculos asientos traseros aptos para personas de baja estatura, como niños; llevan Isofix para colocar sillitas de críos. El Roadster las elimina para ser un estricto biplaza.
JUSTITO. El cupé tiene dos minúsculos asientos traseros aptos para personas de baja estatura, como niños; llevan Isofix para colocar sillitas de críos. El Roadster las elimina para ser un estricto biplaza.
 ??  ?? INMÓVIL. El portón del maletero queda rematado por un alerón fijo ya que carece de un sistema de regulación eléctrica en función de la velocidad.
INMÓVIL. El portón del maletero queda rematado por un alerón fijo ya que carece de un sistema de regulación eléctrica en función de la velocidad.
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