PROBAMOS LO ÚLTIMO.
Cuatro generaciones y 5,4 millones de unidades fabricadas preceden a este nuevo Ibiza que sentimos como algo nuestro. ¿Quién no ha reído, llorado o… viajado a lomos de nuestra montura nacional por excelencia en sus 33 años de existencia?
Impresiones dinámicas de los Seat Ibiza, Mazda CX-5,Suzuki Swift, Toyota Yaris, Kia Picanto, Volkswagen Golf R y Opel Insignia Grand Sport. Como ves hay berlinas, compactos, utilitarios, urbanos…
No resulta sencillo escribir de un coche al que has visto crecer desde tu infancia. Allá por 1990, a bordo del Ibiza SXi System Porsche de 100 caballos de mi amigo Edgar conocí Gandía en nuestras primeras vacaciones de 'colegas' lejos de nuestra familia, y una década después el Ibiza GT TDi 110 caballos blanco de mi compañero Paco nos sirvió de montura para descubrir las principales discotecas de Madrid 'la nuit' a finales de los 90, cuando Raúl, el ex jugador del Madrid, faenaba en la discoteca Barnon y las noches acababan siempre a las puertas del mítico Joy Eslava. Y es que el Ibiza, de uno u otro modo, forma parte indisoluble de las vivencias de los que amamos el automóvil.
El urbanita de Martorell vio la luz en 1984, era un utilitario de 3,63 metros de longitud con origen 100% español, pues fue lanzado cuando Seat aún no formaba parte del imperio VW. Hoy –33 años después– llega la quinta generación, sin duda uno de los modelos tecnológica y mecánicamente más avanzados que ha tenido jamás Seat dentro de su cartera de productos, como muestra de ello, tiene el honor de estrenar la plataforma MQB A0, que está llamada a servir de base a todos los utilitarios y SUV pequeños del grupo VWAudi durante los próximos años.
Estreno mundial
Se trata de una plataforma ligera, que ofrece un 30% más de rigidez antitorsional y que además permite mejorar todas las cotas de habitabilidad sin modificar
la longitud del coche, de hecho la única cota que varía de forma significativa es la anchura, que crece en 8,7 centímetros. Sin duda el habitáculo es uno de los grandes protagonistas del nuevo Ibiza, con unas cotas interiores que sonrojan a muchos modelos de la competencia directa, especialmente en las plazas traseras, donde frente al cuarta generación ofrece 3,5 centímetros más de espacio de rodillas, 1'7 más de altura para la cabeza y 4,2 más de anchura, junto a un maletero de 355 litros que es líder absoluto de su categoría. Una plataforma que además está preparada para los inminentes retos a los que se enfrenta el sector; la conducción autónoma y la electrificación, lo que significa que a medio plazo este Ibiza podrá ser eléctrico y podrá conducir solo.
Estas cifras interiores lo posicionan a un paso de los vehículos compactos en materia de espacio, con una carrocería, eso sí plenamente urbana que respeta la barrera de los cuatro metros de longitud.
Su exterior transmite ahora una imagen más rotunda, de hecho gracias a su nueva estética más angulosa parece que hubiera crecido, hasta el punto de confundirlo con un León. Dentro el salpicadero evoluciona en diseño de manera muy germana y racional, en torno a la nueva pantalla de ocho pulgadas que preside el salpicadero, aunque tendremos que esperar hasta el año que viene para que incorpore el cuadro de mandos tipo tablet virtual cockpit que ya lucen otro modelos del grupo. Los ajustes en general son muy buenos y los materiales correctos en su apariencia, aunque echamos de menos la presencia de algún plástico mullido en la terminación.
El acabado FR, protagonista de este prueba, marca el cenit de deportividad hasta la llegada de los Cupra, aunque también podemos optar entre los de ac- ceso Reference y Style y el tope de gama Xcellence, que añade exquisiteces como la iluminación interior por Led en dos tonalidades distintas.
El más deportivo
Nuestra toma de contacto tiene lugar sobre una variante 1.5 TSI de 150 caballos, motor que por el momento marca el culmen de potencia y que se incorporará a la gama después de verano, una gama que queda compuesta por tres versiones
El nuevo Ibiza sólo tendrá carrocería de cinco puertas, no llegarán versiones de tres ni familiar
Diesel de 80, 95 y 115 caballos y cuatro gasolina de 75, 95, 115 y 150 caballos.
Al volante el comportamiento de este Ibiza sigue caracterizado por la deportividad de sus respuestas, pero detectamos unas reacciones más sosegadas y menos eléctricas que en su predecesor, especialmente si nos referimos a la dirección, que ha ganado en 'peso' y en precisión de guiado. El paso por curva resulta ahora mucho más firme y neutro, con unas sensaciones similares a las que recibimos al volante de su hermano mayor el León. Resulta realmente complicado conseguir que pierda la compostura.
Habitabilidad y comodidad de rodadura hacen al nuevo Ibiza más coche, tanto por comportamiento como por las nuevas posibilidades que ofrece, sin olvidar un equipamiento que gana con opciones como los sistemas de alerta por fatiga, frenada de emergencia anti-atropello…