ESTRENA VEHÍCULO CADA DOS AÑOS.
El renting es una modalidad de alquiler en el que están incluidos todos los gastos de uso en la cuota mensual excepto la gasolina. Conviene estudiarla a fondo porque es interesante.
Aquaplaning, accidente y siniestro. Éste es el resumen de la conversación que mantuve el otro día con Ángel, un muy buen amigo de mi infancia, cuando me llamó para ver qué tal estaba. Una conversación que, obviamente, acabó centrándose en el percance con el Citroën Xsara que había heredado de su padre y que terminó con un: “no sé qué hacer ahora, si comprarme un coche nuevo o mirar uno de segunda mano. En cualquiera de los dos casos, necesito aho- rrar porque tengo la cuenta a dos velas”, sentenciaba. “Ángel”, le dije yo, “¿no has pensando en la opción del renting?”. Tras un silencio de unos cinco segundos, finalmente, al otro lado del ‘aparato’ escuché un “¿eso no es para empresas? Vale que yo soy autónomo pero, ¿puedo aplicar por esta modalidad? “Claro que sí, tú espérate unos días que estoy justo acabando de hacer un reportaje sobre este tema y en cuanto salga publicado te lo mando”, concluí.
Y en esas estamos, un servidor escribiendo estas líneas para CAR and DRIVER y mi amigo Ángel esperando a que salga la revista... Esperemos que le sirvan.
Tendencia al alza
El motivo de darle tal contestación fue sencillo: el renting sigue creciendo. Bien es cierto que el pasado mes de marzo volvió a registrar una bajada del 9,2%, pero si nos fijamos en el acumulado del año 2016, éste cerró el ejercicio con una flota de 486.486
➥ unidades, lo que supone un aumento del 8,68% frente al 2015, mientras que la facturación aumentó en un 9,11%, llegando a los 4.342 millones de euros.
Sigue creciendo
Las pymes, los particulares y los autónomos han sido los verdaderos protagonistas del crecimiento del sector rent-a-car en España durante el último año, tal y como revelan los datos suministrados por la Asociación Española de Renting de Vehículos –AER–. Según ellos, de los 38.863 vehículos que aumentó el parque del renting el año pasado, el 73% –28.266 unidades–, procede de las pymes; el 9% –3.590 unidades–, de la gran empresa y el 17,5% –6.828 unidades–, de particulares. Como dato
anecdótico, la Administración Pública sólo adquirió 179 unidades.
Precisamente han sido los particulares los que indican un cambio de tendencia, ya que en el último ejercicio ha aumentado el número de contratos de renting de este colectivo en un 65%, pasando de 10.537 a 17.365 unidades, un crecimiento exponencial que tiene su fiel reflejo en que en los últimos 18 meses, los contratos de renting han aumentado casi lo mismo que en los últimos 32 años. En la actualidad, este canal representa el 15,3% sobre el total de vehículos matriculados en España, frente al 14,22% que suponían en 2015 y, según Agustín García, presidente de la Asociación Española de Renting de Vehículos “el objetivo del sector es alcanzar en un plazo medio, ligeramente superior a cinco años, que las matriculaciones de renting supongan el 20% de las ventas totales”.
Manos a la obra
Una vez hemos radiografiado en profundidad la situación del mercado actual, toca comprobar si realmente nos compensa optar por esta modalidad en lugar de la compra tradicional. Lo primero que hay que tener claro es que cualquier persona puede contratar un renting. No hay ningún impedimento legal ni formal que frene la contratación. Únicamente tendrás que ponerte en contacto, ya sea por internet o por teléfono, con algunas de las principales compañías que operan en nuestro país y entre las que también se encuentran bancos y fabricantes –ver cuadro de la izquierda–.
Una vez te hayan informado sobre todas las condiciones, es recomendable que inviertas tiempo en comparar precios y ➥
En cinco años, las matriculaciones de renting supondrán un 20% del total
➥ leas la letra pequeña de los contratos para evitar sorpresas de última hora. Dada la amplia cartera de vehículos que ofrecen –desde urbanos a utilitarios pasando por todoterrenos o berlinas–, centra tu atención en el modelo, nivel de acabado y motor que creas que mejor se va a adaptar a tus necesidades para, a partir de ahí, empezar a comparar.
Trámites necesarios
Tras haber elegido tus preferencias, los documentos a aportar variarán en función de quién lo presente. En el caso de un particular o un trabajador por cuenta ajena, se le solicitará el DNI, la declaración de la renta del año anterior y las tres últimas nóminas. Los autónomos añaden, además, el alta en el impuesto sobre actividades económicas, los impresos de los cuatro últimos pagos del IRPF así como el IVA –en este caso, si no se está exento– y el balance general de la contabilidad, tanto si lo haces tú a través de una gestoría. Por último, si la que lo solicita es una empresa, los requisitos varían ligeramente, siendo necesario presentar el NIF, el alta en el impuesto sobre actividades económicas o la escritura de constitución,
Es aconsejable que leas bien el contrato para evitar cláusulas sorpresa
el comprobante del último impuesto de sociedades, los cuatro últimos pagos del IVA e IRPF y el balance fiscal.
Antes de firmar nada, insistimos de nuevo en que leas con detenimiento el contrato para evitar pagos sorpresa. Este podría ser el caso, por ejemplo, del kilometraje. Durante la negociación, la empresa de renting propondrá un número anual, que por regla general oscila entre los 15.000 y 20.000. Una distancia, a priori, más que suficiente pero que, en el caso de que uno la exceda, nos veremos obligados a pagar una sanción que podría llegar a arruinar la rentabilidad de la operación.
Ojo con las penalizaciones
Tampoco podrás finalizar ni cancelar el contrato antes de tiempo sin librarte de abonar una penalización. Eso sí, en los últimos años ha surgido el denominado renting flexible, gracias al cual una empresa o pyme podrá aumentar, cambiar o reducir su flota cuando su actividad lo requiera, sin por ello tener que recibir una multa. ➥