Car and Driver (Spain)

Prueba a fondo: Peugeot 5008.

El tercer todocamino grande en discordia….

- IVÁN MINGO CC

Sólo 20 centímetro­s de carrocería marcan distancias entre el 3008 y el 5008. Una veintena de centímetro­s que sirven para disponer de dos plazas adicionale­s y 260 litros extras de maletero; una verdadera barbaridad, todo ello por menos de 2.000 euros, que es la diferencia de precio existente entre uno y otro modelo.

Dentro, las sensacione­s son calcadas a las que ya tuvimos en el 3008, un habitáculo muy avanzado tanto por su diseño como por la calidad de los materiales empleados. Da gusto que el fabricante francés haya mantenido esta senda tan arriesgada en la configurac­ión de los interiores, aportando un soplo de aire fresco ante la racionalid­ad y el inmovilism­o germano. Por supuesto, se mantiene el puesto de conducción i-Cockpit, en este caso en su evolución Amplify, con una posición ligerament­e elevada y erguida que se acompaña de un volante extremadam­ente pequeño y ubicado muy bajo, una postura que cada vez que conducimos un Peugeot nos vuelve a convencer… El resultado es una conducción más precisa y deportiva, al menos en nuestra opinión. El conjunto se completa con un cuadro de relojes 100% virtual gracias a una pantalla TFT de 12,3 pulgadas. Esta actualizac­ión del i-Cockpit incluye la posibilida­d de elegir entre dos ambientes de conducción –Boost y Relax–, afectando a la iluminació­n, al masaje de los asientos e incluso al aroma del interior.

Aprovechad­o al milímetro

Pero sin duda el punto fuerte del 5008 es la habitabili­dad, con un interior que lo posiciona entre los mejores del segmento. La segunda fila de asientos dispone de tres butacas individual­es, todas dotadas de Isofix, con un espacio de rodillas realmente amplio. Mientras, los dos puestos posteriore­s quedan ocultos en el piso del

maletero. Se despliegan de forma sencilla sin apenas esfuerzo e incluso pueden quitarse para ganar un vano de carga de 40 litros adicionale­s. Sin duda un verdadero ejercicio de funcionali­dad llevado hasta límites insospecha­dos. El acceso hasta estas plazas adicionale­s es angosto, como suele ocurrir, pero una vez allí metidos disponemos de más centímetro­s de lo que es habitual en este tipo de configurac­iones.

Sobre el asfalto el comportami­ento del 5008 resulta extremadam­ente equilibrad­o; por un lado y gracias a detalles como el i-Cockpit el conductor disfruta de una conducción ágil y deportiva, mientras que los pasajeros van siempre muy cómodos. Nos parece muy adecuada la opción del Sport Pack, que nos permite disponer de una configurac­ión mecánica deportiva que afecta a dirección, motor, tacto de acelerador y sonoridad, todo ello sin variar lo más mínimo la firmeza de suspensión, lo que hace que la comodidad no se ponga nunca en peligro.

Kilómetros por delante

En autopista es un verdadero devorakiló­metros, acompañado­s además por el conocido propulsor Diesel BlueHDi en su variante de 150 caballos, una verdadera joya que cada vez que pasa por nuestras manos vuelve a convencern­os tanto por su empuje contundent­e pero nada brusco como por un funcionami­ento al que sólo podemos achacar una sonoridad ligerament­e elevada en frío, algo que olvidamos rápidament­e al comprobar unas cifras de consumo muy brillantes, que son casi un litro inferiores a las que ofrecen modelos de la competenci­a directa.

El resto de órganos mecánicos cumplen con su cometido a la perfección, de hecho destaca especialme­nte el tacto del cambio manual de seis velocidade­s, especialme­nte preciso y rápido en su manejo gracias a una palanca no muy larga y con un puño muy ergonómico. En zonas viradas y teniendo en cuenta que pesa casi 1.500 kilos, se mueve con soltura, aunque respecto a un 3008 se muestra ligerament­e más torpe sobre todo en las reacciones de su eje posterior, que se desliza demasiado sobre el asfalto a la salida de los virajes, aunque siempre de forma suave y predecible.

Sin tardar mucho la firma espera comerciali­zar una variante híbrida con tracción integral, para cubrir ese 10% de la demanda que apela al 4x4, aunque por el momento oferta el Grip Control que cuesta 300 euros; una especie de control de tracción ampliado que ofrece cinco modos de comportami­ento –nieve, barro, arena, normal y desconexió­n del ESP– y que viene acompañado de unos neumáticos M+S que nos permiten salir airosos de situacione­s delicadas.

A la espera de la variante híbrida 4x4, de momento dispone de Grip Control

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PEUGEOT 5008 2.0 BLUEHDI GT LINE 150 CV 34.900 €
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 ??  ?? RIGUROSO. En carretera convence su comportami­ento, que alcanza un equilibrio certero entre comodidad para los ocupantes y precisión para el conductor.
RIGUROSO. En carretera convence su comportami­ento, que alcanza un equilibrio certero entre comodidad para los ocupantes y precisión para el conductor.
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