Suzuki Swift.
Mejoran las plazas traseras y la capacidad del maletero.
Mantiene intacto su ADN pero ha sido renovado por completo. Además de una imagen más moderna y atractiva, el Swift incorpora novedades tan interesantes como el SHVS, un sistema híbrido que a través de la frenada regenerativa ayuda al motor gasolina en arrancadas y aceleraciones para ahorrar carburante y reducir emisiones. Gracias a ello se ha ganado la etiqueta eco azul y verde que le permite acceder a los centros metropolitanos en caso de prohibición por contaminación.
Es t e ja p o n é s s e po s t u l a c o mo e l compañero ideal para los desplazamientos urbanos, aunque gracias a sus mecánicas y a una trabajada puesta a punto tampoco le tiene miedo a los viajes por carretera. A pesar de su tamaño muestra gran aplomo en vías rápidas; el trabajo realizado en las suspensiones, equilibradas en cuanto a dureza y confortabilidad, tiene buena culpa de ello, pero también la dirección, que suave y precisa es capaz de sacarnos una sonrisa cuando vienen curvas; en este sentido, disfrutaremos más con el cambio manual, no obstante, el automático CVT es cómodo y muy correcto.
Más que un utilitario
Otra de sus claves es el peso y es que presume de ser 120 kilogramos más liviano que el modelo anterior, presentando la mejor tara del segmento. Como no podía ser de otra forma la ligereza se traduce en mayor agilidad y mejores consumos, sobre todo en combinación con el 1.0 Boosterjet, que prácticamente consigue las mismas cifras de gasto que la opción de menor potencia ofreciendo, eso sí, un atractivo plus de empuje que llega a sorprender en incorporaciones a la autovía o adelantamientos, donde sale a relucir cierto carácter nervioso.
Dentro, destaca el espacio disponible y la calidad de los ajustes. El maletero crece y los ocupantes de las plazas traseras disfrutan de más amplitud para sus piernas.