Toyota Yaris.
Más racional que nunca.
Los años no pasan en balde y aunque se trata del alumno aventajado que introdujo los motores híbridos en el grupo de los utilitarios, el Toyota Yaris se ha visto obligado a evolucionar para mantener –y mejorar– las cifras cosechadas por la tercera generación. El primero de los cambios es también el más evidente: los diseñadores han afilado sus lápices para modernizar las líneas del exterior y remozar ligeramente el interior.
Estética aparte, el utilitario japonés presume de menores niveles de ruidos y vibraciones gracias a la modificación de elementos como los soportes del motor o el silenciador del tubo de escape. La mejora respecto al modelo anterior es poco notable, pero el Yaris mantiene un confort de marcha excepcional sea cual sea la vía por la que circulamos. Destaca el trabajo realizado en la puesta a punto de la suspensión, que gracias a un tarado más bien blando filtra a la perfección cualquier bache o irregularidad del terreno.
A contracorriente
Otro de los puntos a revisar ha sido la oferta mecánica. El escalón de acceso sigue representado por el 1.0 VVT-I, un viejo conocido de la familia Yaris que se convierte en la alternativa ideal para los más urbanitas, pues los 69 caballos de potencia resuelven los desplazamientos dentro de población, pero se muestran insuficientes cuando salimos a la carretera.
Por encima encontramos un nuevo bloque de 1.5 litros que, lejos de la tendencia del mercado, sustituye al antiguo 1.33 sin recurrir al turbo ni disminuir la cilindrada. Su condición atmosférica nos obliga a llevarlo de forma 'alegre' para extraer todo el jugo a los 111 caballos, tarea sencilla gracias al cambio manual de seis velocidades y relaciones cortas. Si nos mantenemos en la zona correcta del cuentavueltas no será complicado conseguir buenas cifras de consumo como hemos visto en nuestra toma de contacto, en la que apenas superamos los
seis litros combinando ciudad y autovía, si bien es cierto que el trayecto trascurrió por las afueras de Ámsterdam, cuya orografía plana nos benefició en este sentido.
En cualquier caso, si lo que buscamos es ahorrar la mejor opción es el híbrido. La versión 2017 amplía el rango de funcionamiento en modo eléctrico y es más silencioso que su antecesor. Por equipamiento, tecnología y niveles de eficiencia, es difícil superar todo lo que ofrece este pequeño y revolucionario utilitario.