Los nuevos Lada y Datsun en realidad son un Dacia Sandero
En el mundo existen una infinidad de marcas y fabricantes de automóviles, desde las grandes corporaciones que venden millones de vehículos al año, hasta los artesanos, cada vez más escasos, que construyen modelos en cortas series. Las grandes corporaciones son conocidas por todos porque su fama es internacional, en particular las europeas, norteamericanas y japonesas, pero también hay otros muchos fabricantes desconocidos a este lado del mundo y que nos ha dado la excusa para iniciar esta particular “Vuelta al mundo en 80 coches” a través de una selección en la que faltan muchos representantes, pero hemos querido elegir los que nos parecían más emblemáticos o más curiosos en cada continente.
Genética global
Ya no podemos hablar de coches genuinamene ‘europeos’, ‘americanos’ o ‘japoneses’ porque la globalización, las multinacionales, la reducción de costes y también la evolución de los gustos han hecho que sea posible vender un pequeño Fiat 500 o el diminuto Smart Fortwo en Norteamérica, cuando todavía muchos piensan que allí solo se venden turismos gigantescos y desmesurados pick-up.
Las multinacionales han hecho que, por ejemplo, un modelo como el Opel Mokka que se fabrica en la factoría zaragozana de Figueruelas, también se produzca en USA y China con el nombre de Buick Encore, y como Holden Trax en Australia. Del mismo modo la mezcla de orígenes da lugar a situaciones tan curiosas como que el ruso Lada Vesta y el japonés Datsun Go sean en realidad un Dacia Sandero, de origen rumano con componentes franceses de Renault.
En Asia las ‘interconexiones’ entre marcas son habituales y así Mitsubishi fabrica un pequeño keycar para Nissan, Subaru y Toyota tienen en común el BRZ y el GT86 respectivamente,, Mitsubishi también produce el pequeñoueño ➥
➥ eléctrico i-Miev como Citroën CZero y como Peugeot iOn. Asimismo hay que tener en cuenta los modelos específicos que se fabrican para algunos mercados y que no son idénticos a los europeos, como el Renault Captur ruso, más grande que nuestro Captur y con tracción 4x4, o el Peugeot 308 sedán que sólo se comercializa en China.
Si a todo esto añadimos que muchos fabricantes japoneses o surcoreanos y ahora hasta los chinos ya tienen departamentos de diseño en Europa y Norteamérica y factorías en estos continentes, resulta difícil pensar que aunque la marca sea asiática, sus vehículos diseñados y producidos en Europa o en los Estados Unidos sean realmente asiáticos.
Conexión entre continentes
Para complicarlo todo un poco más, si pensamos en qué manos se encuentra la mayor parte de las acciones de algunas marcas la cosa se hace todavía más divertida y casi surrealista. La prestigiosa marca sueca Volvo en realidad es propiedad del grupo chino Geely, que ya prepara el lanzamiento en todo el mundo para este mismo año de su primer vehículo premium bajo la marca Lynk & Co. De la misma forma el gigante indio Tata, que engloba un sinfín de empresas además de ser fabricante de automóviles, es el propietario de Jaguar y Land Rover. La francesa Bugatti pertenece al grupo Volkswagen al igual que Lamborghini y Bentley, mientras que la británica Rolls-Royce es propiedad de BMW. Con esta mezcla empresarial de capital, plataformas y componentes compartidos es difícil asegurar cuál es el origen o la nacionalidad real de un vehículo.
En lugares donde la normativa todavía no es tan estricta, como en Europa, es posible el nacimiento de nuevas marcas, como la sorprendente historia de Mobius Motors, en Kenia. Fue fundada en 2012, en Mombasa, por el ingeniero
En Australia existe un buen número de fabricantes artesanales
informático Joel Jackson, que llegó al país para ayudar a los agricultores a mejorar su producción. Una vez allí vio la necesidad de contar con un medio de transporte sencillo, fiable y barato y fundó la marca Mobius, cuyo primer modelo, el II, se puso a la venta en 2015.
Quedan emprendedores
Más curioso es el origen de la ugandesa Kiira, nacida en 2012 de la colaboración entre la universidad de Makerere, la escuela de ingeniería y diseño industrial, el ministerio de industria y la oficina del presidente de Uganda. Tras la realización de varios prototipos eléctricos e híbridos desde antes de su constitución oficial como empresa, este mismo año está previsto el lanzamiento del Smack, un híbrido de cinco plazas, y el EV, un biplaza completamiente eléctrico.
En el extremo opuesto está la marroquí Laraki. Su creador, Abdeslam Laraki, trabajó como diseñador para Franco Sbarro, algo que es evidente al contemplar las barrocas líneas de su tercer concept, el Epitome. La marca comenzó en 1999 fabricando yates de lujo con clientes tan adinerados como el rey de Bahrein. En 2002 presentó su primer prototipo, el Fulgura, en 2005 el Borac y en 2013 el Epitome, del que tiene previsto realizar tan sólo nueve unidades.
El mapa de la industria mundial del automóvil es tan variopinto y complicado que resulta difícil hablar de una verdadera identidad en los coches según su procedencia. Algo parecido a lo que ocurre con la uniformidad de la moda actual.