MAESTRO DE LA MULTITAREA
Versatilidad, espacio y deportividad son las claves de la última ‘ranchera’ premium de la firma bávara
Desde principios de los 90 con la variante e34, el BMW Serie 5 Touring ha sido el mejor aliado para las familias que necesitan espacio sin renunciar a la agilidad y deportividad que caracteriza a los coches de la marca. Han pasado más de 25 años y viajamos a Múnich para conocer la quinta generación del lujoso familiar germano.
Unidos de la manos
Las novedades no son pocas, sobre todo en la parte tecnológica –los asistentes a la conducción son una delicia–, pero también progresa a nivel de amplitud, eficiencia y dinamismo. Además de mejorar la insonorización del habitáculo, los ingenieros han trabajado con materiales ligeros para restar 100 kilogramos al peso total del conjunto. Asimismo, el aumento de la batalla y el ancho de vías redunda en más espacio interior, mientras que la suspensión neumática en el eje trasero garantiza la comodidad a bordo y un comportamiento excepcional incluso en los virajes más cerrados –especialmente los xDrive–. En el apartado mecánico destaca la relación entre consumo y prestaciones de todos los motores. Sorprende el 520d por su voluntad a la hora de empujar y el ridículo gasto de combustible, aunque la verdadera estrella es el 530d con sus seis cilindros y una suavidad similar a la de los gasolina.