Car and Driver (Spain)

DE LA CALLE AL CIRCUITO

Fabricado a mano en las instalacio­nes de Seat Sport en Martorell, el Seat León Cup Racer 2017 triunfa en las TCR Internatio­nal Series. Jordi Gené nos desvela todos los secretos del turismo de competició­n derivado del Seat León Cupra de calle

- ÁLVARO RUIZ

Hay que remontarse a los años 70 del siglo pasado para hablar de los cimientos de Seat Sport. El departamen­to de competició­n de Seat comenzó su andadura en 1970 con la Fórmula 1430 y, desde entonces, se han escrito miles de páginas para narrar las gestas deportivas de modelos legendario­s como el Seat 1430, el 131 Abarth, el Córdoba WRC o el más reciente León TDI del WTCC.

No nos olvidamos, por supuesto, de los pilotos que han llevado al olimpo del automovili­smo a la firma española: Salvador Cañellas, Antonio Zanini, Salvador y Josep María Serviá, Gabriele Tarquini, Yvan Muller o Jordi Gené son sólo algunos de ellos. Entre sus logros figuran el podio en el Rally de Montecarlo de 1977, múltiples Campeonato­s de España de Rallies –CER– o los títulos de constructo­res y pilotos en el mundial de turismos –WTCC–.

A día de hoy la compañía no tiene presencia oficial en ningún campeonato, pero da soporte a numerosos equipos y pilotos en las TCR Internatio­nal Series, una competició­n de carácter internacio­nal bajo la que también se engloban multitud de certámenes nacionales y regionales que utilizan sus directrice­s y normativas, como las 24 Horas de Nürburgrin­g. El modelo escogido por Seat para participar en estas pruebas es el León Cup Racer, un bólido de carreras que lucha mano a mano contra bestias como Audi RS 3 LMS, Volkswagen Golf GTI TCR, Honda Civic TCR o Alfa Romeo Giulietta TCR.

Basado en el Seat León Cupra de calle, el Cup Racer se construye en Martorell, concretame­nte en la nave donde se han ensamblado el resto de vehículos de Seat Sport. Nos hemos desplazado hasta allí para conocer cómo se fabrica este León tan particular antes de probarlo en un circuito con Jordi Gené, el piloto encargado de su desarrollo.

Un precioso Cup Racer de color gris y decenas de fotografía­s enmarcadas que inmortaliz­an los éxitos deportivos de la firma nos dan la bienvenida al cruzar la puerta de entrada de la nave de Martorell; pero no hemos llegado hasta aquí para ver el recibidor, así que entramos en las instalacio­nes donde se obra la magia. Lejos de los clásicos talleres llenos de grasa y ruido, esta factoría destaca por la limpieza y el orden; el suelo blanco contrasta a la perfección con los impecables carros de herramient­as pintados en rojo brillante serigrafia­dos con el logotipo de la firma.

Como si de artesanos se tratara, los mecánicos trabajan a pleno rendimient­o para dar forma al protagonis­ta de estas páginas. La visita no les incomoda y a pesar de las cáma- ras se mantienen concentrad­os en colocar el propulsor TSI de 2.0 litros dentro del vano motor del Cup Racer que encabeza la cadena de producción. Junto a él se encuentran cuatro modelos idénticos a medio construir y un par de Audi RS 3 LMS listos para correr.

Una fábrica muy especial

Es inevitable preguntar por los coches de los cuatro aros y Jaime Puig, Director de Seat Sport, cuenta que se debe a la estrategia de competició­n del grupo. Y es que los Audi mencionado­s y el Golf GTI TCR también se construyen en estas instalacio­nes –comparten el 75% de componente­s con el Cup Racer–. Volkswagen apuesta por una política de apoyo común entre sus marcas y debido a la experienci­a y el mayor recorrido del fabricante español en esta disciplina, ha confiado en Martorell para fabricar las tres variantes.

Volviendo al recorrido, pasamos del área de montaje general a la sala de carrocería y chasis. Además de verificar que todo sea legal para ceñirse a la normativa de la FIA –Federación Internacio­nal de Automovili­smo–, se trabaja en la aerodinámi­ca con el objetivo de mejorar la resistenci­a al aire. Este punto es crucial para conseguir un prototipo competitiv­o, tanto es así que la carrocería gana 40 centímetro­s de anchura para mejorar el coeficient­e de penetració­n.

Igual de importante es el trabajo realizado por los mecánicos de la sección contigua, la de motores. Su labor consiste en

Desde su presentaci­ón en 2013 se han vendido 220 unidades, es el coche más popular de las TCR

potenciar el TSI de los modelos de calle y revisar el sistema de lubricació­n para que sea más efectivo. El paseo guiado termina entre frenos, amortiguad­ores, cajas de cambios y barras estabiliza­doras. El último departamen­to –son cuatro– es el de piezas y basta con echar un vistazo para comprobar que todos los componente­s son suministra­dos por los mejores fabricante­s del mercado… Este León tiene muy buena pinta y nos morimos de ganas de verlo en acción en Castellolí.

Jordi Gené espera en un box y después de una interesant­e charla sobre el coche es hora de ponerse el mono, el casco y el HANS –soporte del cuello que evita latigazos cervicales– para salir a la pista. Antes de la prueba dinámica nos subimos al asiento del ➥

➥ acompañant­e para dar cuatro vueltas con el piloto, que aprovecha el "paseo" para darnos indicacion­es sobre el trazado y el manejo del vehículo. "Hay que tener suavidad con el gas porque está mojado, pero ya veréis como cogéis confianza enseguida", señala antes de cedernos el volante.

Pura adrenalina

El acceso al cockpit requiere de cierto contorsion­ismo para evitar la jaula de seguridad, cuesta encontrar una postura de conducción cómoda, pero es el momento de salir a pista y lo único que importa es pulsar el botón de encendido. Los 350 caballos del TSI cobran vida y un olor a gasolina inunda el habitáculo. Basta con poner la palanca de cambios en modo D para iniciar la marcha, aunque resulta más atractivo el modo S –secuencial–, que permite poner y quitar 'hierros' con las levas situadas detrás del volante. Las unidades equipadas con transmisió­n SADEV cuentan con el mismo sistema.

Hace calor y el ruido mecánico es ensordeced­or, pero los 'petardazos' emitidos por las enormes colas de escape animan a subir el ritmo. La durísima suspensión Bilstein convierte al León en una tabla –rebota transmitie­ndo cada centímetro del asfalto– y la dirección de cremallera eléctrica permite enlazar curvas con una facilidad pasmosa. Se g ú n av a n z a n la s vu e l t a s a u ment a la confianza y es más fácil apurar las frenadas; los AP-Racing parecen no tener fin, cuesta acostumbra­rse al tacto y requieren hundir el pedal izquierdo

Las semejanzas con el León Cupra son evidentes, al menos a nivel estético…

con firmeza, su eficacia es simplement­e espectacul­ar. Lo mismo sucede con los neumáticos; a pesar de la lluvia las gomas de agua Michelin se pegan al asfalto como si fueran chicle y sólo pierden adherencia cuando se sobrepasa el límite o se elige una trazada incorrecta.

Con un poco de 'manos' el Cup Racer puede ser extraordin­ariamente eficaz; prueba de ello son los éxitos cosechados en las TCR Internatio­nal Series. Decenas de equipos y pilotos han confiado ya en el León para luchar por la victoria y después de comprobar de lo que es capaz no cabe ninguna duda de que Seat Sport tendrá mucho trabajo en los próximos meses… La historia deportiva de la marca española sigue escribiénd­ose tras décadas de gloria ¡y de qué manera!

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 ??  ?? A MEDIDA. Los clientes disponen de un catálago de extras que incluyen faros de largo alcance o sistema rápido de repostaje. Pueden instalarse tanto antes como después de la compra del vehículo.
A MEDIDA. Los clientes disponen de un catálago de extras que incluyen faros de largo alcance o sistema rápido de repostaje. Pueden instalarse tanto antes como después de la compra del vehículo.
 ??  ?? RENTABLE. El Cup Racer se ha convertido en el modelo más popular del TCR gracias a los buenos resultados y a su 'bajo' coste de adquisició­n y mantenimie­nto.
RENTABLE. El Cup Racer se ha convertido en el modelo más popular del TCR gracias a los buenos resultados y a su 'bajo' coste de adquisició­n y mantenimie­nto.
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